Diseñamos el nuevo Convenio Marco para alimentos de Chilecompra ahorrando al Estado más de cinco millones de dólares al año

La nueva metodología aplicada en ChileCompra permite aumentar la competencia entre los oferentes y obtener mejores precios, sin afectar significativamente las variedades de productos.

ChileCompra es el mercado electrónico más grande del país, en el que más de 858 organismos públicos compran a 125.000 proveedores. Con un enfoque interdisciplinario, que integró herramientas de Ingeniería y Economía, los investigadores de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile y del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) diseñaron una plataforma para la implementación de Convenios Marco más competitivos, que garantizaran una alta eficiencia, con mayores ahorros en tiempo y dinero para los organismos del Estado.

El área de Convenio Marco de Alimentos nació el año 2010, tiene 247 proveedores, y en ella se tranzan $360 mil millones de pesos anuales. El objetivo del Convenio Marco es ofrecer un mecanismo expedito de compra para las unidades del Estado, y al mismo tiempo, aprovechar el poder de compra para obtener precios competitivos. Esto se realiza mediante una proceso de licitación en donde los proveedores entregan precios para los productos, y luego, se adjudican aquellos que tienen un costo menor.

Tras la licitación de 2014, expertos detectaron problemas en el sistema. Existía una baja competencia por entrar al mercado, ya que los proveedores generaban una variedad redundante de un mismo producto para evitar competir. Además, la catalogación de los productos ofertados no estaba estandarizada, y no era fácil hacer comparaciones entre oferentes. La combinación de ambos factores generaba un mecanismo de adjudicación que era deficiente.

En este contexto, se generó el trabajo colaborativo entre la academia y el sector público para crear nuevas reglas y definiciones para el funcionamiento de ese mercado.

“Este proyecto buscó apoyar en el diseño los Convenios Marco que efectúa ChileCompra para que este instrumento logre un compromiso entre precios y variedad de productos, generando competencia por entrar al mercado, y asegurando precios competitivos”

Explica el líder del proyecto, Marcelo Olivares.

Los investigadores lograron establecer cambios claves en el sistema:  

1. Se generó un catálogo ordenado, adaptado a las necesidades específicas del mercado público de alimentos. En este se aumentó la cantidad de productos ofertados, con una alta estandarización basada en atributos clave. Una mejor catalogación por si sola mejora la eficiencia del convenio en dos dimensiones: permite generar mayor competencia para entrar al mercado, ya que los proveedores compiten por productos estandarizados en base a precio, y además, una vez adjudicado, un catálogo más ordenado hace más fácil para los usuarios comparar productos similares y seleccionar mejores precios.

2. Se consideró como factor relevante la incertidumbre de los precios, ya que antes no se le permitía a los proveedores reajustarlos según la variación de sus costos por factores como la estacionalidad. La nueva propuesta incluyó un índice de precios dinámico basado en información objetiva, y esto generó una reducción en los precios ofertados por los proveedores, ya que disminuyó la incertidumbre relativa a la modificación de sus precios según sus costos observados.

La nueva metodología de diseño se probó empíricamente con la implementación del nuevo Convenio Marco de Alimentos licitado el año 2017 y en operación desde agosto 2018.

 “Las estimaciones más conservadoras indican que el nuevo diseño disminuyó los precios en un 10%, en gran parte producto de un aumento en la competencia. Esto representa un ahorro potencial de $5 millones de dólares anuales solo en Convenio Marco de Alimentos. Además, los compradores públicos siguen teniendo acceso a una alta variedad de productos y sigue siendo el canal de compra preferente para el sector. El proyecto apoyó un cambio de paradigma en cómo abordar las compras públicas al interior de ChileCompra y planteó la posibilidad de generalizarlo a muchos otros mecanismos de adquisición y categorización de productos, lo que podría tener un impacto potencial importante en cómo el Estado se abastece”,

concluye Marcelo Olivares.

Comunicaciones ISCI