28 Marzo 22

Estudio de la U. de Chile asegura que el GES no ha tenido impacto en la sobrevida de pacientes con cáncer colorrectal

Una hipótesis de los autores es que esto se debe a que la prevención no es parte de la política pública. El análisis también detectó profundas desigualdades entre afiliados a isapre y Fonasa. Otros expertos dicen que, aunque el programa es perfectible, se necesita más tiempo para evaluar sus resultados y que hay que considerar otros factores.

Después de ocho años de que se incorporara el cáncer colorrectal al programa de Garantías Explícitas en Salud (GES), el impacto de este en la sobrevida de estos pacientes ha sido cero, según un estudio realizado por académicos nacionales, liderado por Susana Mondschein, de Ingeniería Industrial de la U. de Chile e investigadora del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI). También participó el médico Zoltan Berger, del Hospital Clínico de la U. de Chile.

Según la investigación, si bien el GES estipula desde la sospecha hasta el tratamiento y el seguimiento de los casos, al final, la política pública no se traduce en que los pacientes puedan vivir más tiempo.

Para llegar a sus resultados, los académicos utilizaron datos del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y analizaron la tendencia del cáncer colorrectal en el país entre 2009 y 2018, y en particular la inclusión de este tipo de cáncer en el GES.

El cáncer colorrectal fue incorporado al programa en 2014 y actualmente es el tipo de cáncer digestivo que más aumenta en Chile.

Algunos de los datos que obtuvieron los investigadores fueron un aumento constante y casi lineal de la incidencia y la mortalidad de esta enfermedad en el país durante el período estudiado. Y un punto clave: la sobrevida de estos pacientes aumentó 4% por año en ese tiempo.

‘Si bien encontramos una leve mejoría en la sobrevida entre 2009 (antes del GES) y 2018 (cuatro años después de que este cáncer fuera incluido), nuestros análisis estadísticos indican que esa mejoría no se explica por esa política, porque desde 2009 fue mejorando y eso no aumentó más desde 2014 en adelante con el GES’, dice Mondschein.

Buscar asintomáticos

Y agrega: ‘A través de modelamiento matemático y test estadísticos, establecimos que el impacto del GES no es significativo para la sobrevida de los pacientes, es decir, hay acceso a tratamiento, pero eso no tiene un impacto en si viven más’. La pregunta, continúa la académica, es por qué. Respecto de esto, el equipo maneja una hipótesis. ‘Creemos que el GES falla en esto, porque no incluye una política de prevención, de ir a buscar casos asintomáticos, de cubrir colonoscopia preventiva, si no que se llega al tratamiento con cáncer avanzado y a la gente le va mal’, comenta.

El doctor Berger opina en la misma línea: ‘Creemos que faltan cosas, como el aspecto preventivo de la detección precoz, screening preventivo y de pacientes asintomáticos, porque sabemos que mientras el cáncer se detecte de forma más temprana, la sobrevida es mejor’.

Sebastián Mondaca, oncólogo médico de la escuela de medicina UC y miembro de la Sociedad Chilena de Coloproctología, quien no participó en el trabajo, opina: ‘Los datos son muy valiosos, pero deben ser tomados con cautela, considerando que este cáncer se incluyó en el GES en 2014 y quizás se requiere de un seguimiento más largo para sacar conclusiones’.

Y agrega: ‘Nuestra percepción es que los retrasos en el sistema público podrían estar explicando estas cifras, pero se requieren estudios más largos para juzgar un programa que ha ayudado a muchos pacientes’.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, dice: ‘Creo que el problema no es la política pública del GES, sino que no siempre se han cumplido sus plazos, por listas de espera en el sector público, por ejemplo, y eso puede impactar en sus resultados’.

Según datos del informe Garantías de Oportunidades GES retrasadas al segundo semestre de 2021, de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, el cáncer colorrectal es el tercero con más pacientes que han visto retrasos en sus atenciones (1.069), después del cáncer de cuello uterino (1.132) y del de mama (1.360).

El Ministerio de Salud fue consultado por ‘El Mercurio’ por este tema, pero al cierre de esta edición no se había recibido una respuesta.

Disparidades

La nueva investigación también arrojó desigualdades entre los pacientes. La tasa de mortalidad fue más del doble entre los afiliados a Fonasa en comparación con los de isapres (16,6 versus 7,8 muertes por cada 100 mil afiliados).

Y en términos de sobrevida esperada a cinco años, esta resultó ser de un 47% para pacientes de Fonasa versus un 68% para aquellos en el sistema privado. Esta última cifra se equipara a las de países desarrollados.

‘Creo que esto es un signo de alarma y hay cierto consenso de que hay espacio para mejoras en cuanto a prestaciones oncológicas en el sistema público’, comenta Mondaca.

Consultado sobre el tema, Fernando Araos, subsecretario de Redes Asistenciales, dice que ‘hay que tener cuidado con la interpretación de estudios que describen diferencias en la salud de personas cotizantes en isapres y Fonasa, ya que estas son de características muy distintas’.

Según Araos, en Fonasa se concentra un mayor número de personas mayores, segmento en el que existe una mayor cantidad de pacientes con cáncer de colon. ‘Además, existen diferencias socioeconómicas que determinan fuertemente los resultados en salud, como expectativa de vida, entonces hay que analizar esto desde una perspectiva mucho más amplia antes de saltar a conclusiones apresuradas’, comenta Araos.

Sánchez plantea que, por esa misma razón, los grupos de riesgos debieran tener acceso a prevención. ‘No cabe duda de que hacer exámenes de forma preventiva va a impactar en la sobrevida de muchas personas’, comenta el experto.

Y concluye: ‘Creo que el GES es la mejor política pública que hemos tenido en las últimas décadas, pero de que es perfectible, lo es’.

Fuente: El Mercurio