“Normalidad agravada” y “carga total del sistema”: Cómo se proyecta el escenario vial para la RM desde este “súper miércoles”
El incremento del parque automotriz, impulsado por los retiros y ayudas estatales, sentará un precedente respecto al impacto vial. “Es un problema que llegó para quedarse”, afirman. Llegó el día del retorno obligatorio de los escolares a clases presenciales -medida que regirá por primera vez en los dos años que Chile ha lidiado con la pandemia-, y el regreso a otras actividades de la fuerza laboral. Si bien el llamado “súper miércoles” se había anticipado con los primeros indicios de aumento de movilidad en la Región Metropolitana, los próximos días serán cruciales para observar el efecto en la movilidad ante un inédito crecimiento del parque automotriz, en gran parte, impulsado por la propia pandemia y los retiros previsionales.
De hecho, la cartera de Transportes comparte la proyección de Carabineros, donde se prevé que a fines de marzo el tráfico podría ser más alto que en 2019, previo a la pandemia. “El supuesto que nosotros hacemos es el de carga total del sistema, dado el aumento del parque automovilístico”, dijo el lunes la ministra de Transportes, Gloria Hutt.
Con “poco optimismo” se mostró ayer el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, ante la suma de factores que podrían detonar en los próximos días. “Vamos a tener, por primera vez, un marzo completamente desconfinado, con vuelta presencial a clases y, además, con un parque automotriz que es mayor al que nunca antes hemos tenido en nuestra historia”, dijo a Radio Universo.
Esto, a su juicio, hace prever que las congestiones se tomarán las calles de Santiago, pese a las medidas de reforzamiento que la cartera de Transportes implemente. “Es evidente que la gente va a tener que planificar muy bien sus viajes y lamentablemente salir más temprano, porque vamos a tener tacos importantes en Santiago”, planteó y concluyó que en definitiva habrá “una normalidad agravada”.
Aumento del parque automotriz, el factor clave.
Franco Basso, académico de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso y experto en transportes, recuerda que el uso del transporte público llegó a decaer hasta un 90% en los momentos más álgidos de la pandemia y la recuperación aún no es total. “Todavía tenemos cifras cercanas al 30% o 40% de bajo uso en algunos horarios y sectores”, afirma. “¿Dónde se fueron estas personas?”, pregunta. “Pues bien, están en las compras récord de vehículos que hemos experimentado, lo que hace pensar que vamos a observar una congestión que supere largamente a lo que teníamos previo a la pandemia. Es de esperar que a medida que los colegios continúen sus procesos de ingreso, y las universidades que comienzan la segunda semana de marzo, esto aumente”, recalcó.
Basso cree que los primeros días de marzo el uso del transporte público aún no llegue a niveles de ocupación tal altos, pero quienes utilizan este servicio podrán enfrentarse a la sensación de “hacinamiento” al hacer una comparación con la realidad más próxima, es decir, con el periodo estival y el año 2021, donde se mantuvo -en importante medida- el teletrabajo.
Considerando lo anterior, Basso lamenta que muchas empresas “tiendan a la inercia y echen pie atrás en medidas como teletrabajo, pues pareciera que éste va a ser más la excepción que la regla, y volvamos al clásico escenario que teníamos antes”.
Por su parte, Ricardo Hurtubia, académico de la Universidad Católica e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), cree que “sí vamos a tener una altísima congestión debido al aumento del parque automotriz, fenómeno impulsado por los retiros”, pero mantiene la esperanza que mientras se mantenga el teletrabajo, “pueda haber un poco menos de congestión, aunque aún hay que ver su real efecto”.
Soluciones desde el usuario
Con todos los factores mencionados, Basso plantea que lo principal es “tener paciencia y claridad de que, lo que vamos a vivir este marzo, es algo a lo que no estábamos acostumbrados. En el fondo, hay que aceptar la situación”.
En segundo lugar, llama a las personas a tener el consideración el tipo de viaje que realizarán, pues no todos requieren del mismo transporte. “Si hay viajes cortos, podrán usar el Metro; combinar algunos tramos en bicicleta o bus; y abrirse a otras opciones pese a los patrones de viajes que las personas tienen instaurados”.
Por otra parte, es bueno que las personas que tienen la flexibilidad horaria la usen y eviten enfrentarse a la hora punta que se genera entre poco antes de las 07:00 horas y las 9 de la mañana. En tanto, el horario punta tarde que sufrió un adelantamiento durante el 2020 y parte de 2021, quedará atrás, para pasar nuevamente a horas complejas “habituales o prepandemia”.
Además, recomienda utilizar herramientas tecnológicas como Google Maps o Waze para poder monitorear el tráfico y conocer cortes de calles o zonas en construcción.
Desincentivar el uso del auto
Hurtubia apuesta a que la clave es desincentivar el uso del auto, pese a que reconoce que “es un problema que llegó para quedarse”. A su juicio, “la solución a este problema no va por asegurar que los autos puedan moverse para todos lados y que todo el mundo lo utilice; por el contrario, se deben generar alternativas más atractivas”.
Algunas de ellas, “son potenciar el uso del Metro o de buses por vías exclusivas sin congestión, y en zonas centrales y pericentrales de Santiago, establecer estructura para ciclistas, de modo que las personas que estén dispuestas a hacer un trayecto en bicicleta puedan hacerlo en una ciclovía que les permita llegar a su destino”.
Por otro lado, plantea que es importante avanzar a modelos del primer mundo, como “eliminar estacionamientos de sus centros urbanos, o hacerlos más caros; en definitiva, no hacer más económico el andar en auto”.
En el fondo, aclara, “si alguien quiere andar en auto, hay que permitir que sólo esa fracción que esté dispuesta a entrar a esa congestión lo haga, pero también dar las condiciones para que aquella que no quiere hacerlo, también se pueda trasladar”.
Fuente: Emol
Por: Daniela Toro