La electromovilidad sin freno: venta de autos eléctricos en Chile alcanzarán crifras récord este año
Durante los últimos años se ha incorporado poco a poco el transporte eléctrico tanto en particulares como público. Un plan de desarrollo de electromovilidad que se espera este año supere los casi tres mil vehículos híbridos y eléctricos que ya suma Chile y de esa manera lograr ciudades más sustentables a lo largo del país. De los más de 5,5 millones de permisos de circulación que se entregaron en 2020, 2.866 correspondieron a vehículos eléctricos o híbridos (gasolina/eléctrico), según Estadísticas anuales de Permisos de Vehículos en Circulación 2020 del INE.
Se trata de un número en permanente expansión, pero que el país y la industria pretenden amplificar. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2019 ya habían poco más de 3,17 millones de automóviles particulares en circulación en Chile. Aunque el porcentaje de vehículos eléctricos (VE) particulares de este total aún es bajo, las proyecciones del plan de Estrategia Nacional de Electromovilidad, lanzada en octubre de 2021, apuesta por un crecimiento acelerado para los próximos años.
El Coordinador Eléctrico Nacional (organismo responsable de articular la operación del sistema eléctrico del país) proyecta que para 2040 ya habrá en el país un millón de VE livianos, lo que representará el 14,7% del total del parque automotriz, aumentando fuertemente la demanda eléctrica.
“Como un día histórico para Chile”, calificó tras su lanzamiento el biministro Juan Carlos Jobet esta nueva estrategia de electromovilidad, que a su juico permitirá acelerar las metas y alinear al país con los estándares internacionales en este campo.
De acuerdo a los datos de la Asociación Nacional Automotriz de Chile ANAC, entre 2015 y agosto de 2020 se vendieron más de 800 vehículos eléctricos y se espera que este 2022 se vea un alza acelerada y se supere la cifra de 2021, donde el total de vehículos de cero y bajas emisiones (híbridos, eléctricos, híbridos enchufables y microhíbridos) sumaron el 0,8% del total de las ventas y los eléctricos, con las 556 unidades vendidas, representaron un 0,13%.
“Para 2022 esperamos alcanzar metas progresivas de incentivos a la electromovilidad y de mayor participación de estos vehículos en nuestro parque”, señala Diego Mendoza, secretario general de ANAC.
Una meta para este año según Mendoza, “será superar la barrera del 0,5% en vehículos eléctricos, y superar el 1% de las ventas en todas las demás categorías”.
Un alza que se espera se sume al récord de ventas de vehículos híbridos alcanzado entre los meses de junio y agosto del año pasado. Hasta octubre de 2021, llevaban un acumulado de 282 autos eléctricos, 1.127 autos híbridos convencionales y hay autos híbridos enchufables adquiridos en menor volumen (137), que también han tenido un desempeño récord.
La Asociación Nacional Automotriz espera que en 10 años, la masificación de los autos eléctricos avance muy significativamente “ya que existirá una mayor red de carga pública y los fabricantes tendrán sus centros productivos enfocados en crear productos eléctricos enchufables, mejorando muchísimo la oferta de dichos productos para nuestra región”.
Movilidad Sustentable
La Estrategia Nacional de Electromovilidad espera que de aquí al 2035 el 100% de las ventas de vehículos livianos y medianos sean cero emisiones, al igual que el total de las ventas de transporte público (buses, taxis y colectivos) y la maquinaría móvil mayor. “Todo ello, irá en directo beneficio de la calidad de vida de los chilenos” declaró en el lanzamiento Jobet.
Los autos eléctricos son un aporte a la sustentabilidad, pero no por sí solos, advierte Alejandro Tudela, académico de Ingeniería Civil, UdeC, e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería. Señala que para que estos planes sean más sustentables y ayuden en la crisis del medio ambiente “la movilidad debería ser más sustentable”.
Eso implica optar por opciones tecnológicas que sean ambiental, social y económicamente más sustentables, “cambiando la estructura de los viajes, facilitando una menor movilidad, lo que se traduce en promover en forma remota al trabajo, educación, compras y otras actividades”, agrega.
Mendoza dice que para alcanzar las metas de 2035 propuestas por el gobierno, “está claro que debemos avanzar en cargadores, masificar puntos de conexión en edificios, casas, carreteras y lugares de acceso público, pero también en entregar normas claras sobre cómo regular la instalación de dichos componentes eléctricos”.
Por lo que una buena meta para 2022 según el secretario general del gremio, sería lograr unificar los estándares para vehículos eléctricos que dependen del Ministerio de Transportes (donde se incluyen normas de estándares americanos, europeos y asiáticos) con los estándares para cargadores públicos que dependen de la SEC y que sólo han autorizado a normas americanas y europeas, excluyendo al origen asiático.
“Debemos mantener la igualdad de condiciones para todos los orígenes (de autos eléctricos) que llegan a nuestro país”, dice.
Para lograr aquello, Tudela explica que se requiere “una red de recarga más densa, tanto para vehículos livianos, como mayores. Además, hay que cambiar la matriz energética, ya que no basta con que en el punto de uso de la energía, ésta sea eléctrica. La fuente energética debe ser sustentable”.
Ya que un automóvil, basado en energía eléctrica o fósil, sigue siendo poco eficiente en el uso del espacio urbano. “Por lo mismo, se debe promover el transporte masivo y los modos activos, modificando la estructura de los viajes, tal que la necesidad de movilidad se vea reducida. Esta reducción en la movilidad requiere modificar el equipamiento urbano y el cómo usamos ese suelo, buscando reducir los viajes de larga distancia innecesarios, si se puede satisfacer la necesidad en la vecindad del hogar”, agrega el académico UdeC.
Por eso en un futuro se espera ver un mix de productos (modelos microhíbridos, híbridos enchufables e híbridos convencionales antes que los 100% eléctricos) “ya que nuestro país no cuenta en este momento con una red capaz de resistir toda la demanda de electricidad que supondría la electromovilidad plena. En el tiempo intermedio, entonces, veremos convivir a todas estas tecnologías y eso probablemente nos tome parte importante de los siguientes años” declara Mendoza.
Además, si se busca incentivar la electromovilidad en toda la población existe un gran desafío “que consiste en masificar todo lo relacionado a motorizaciones de cero y bajas emisiones, incluyendo mecanismos de incentivo efectivos, enfocados en el usuario final, para la necesaria compra de estos productos —que, por definición, son más beneficiosos para el medio ambiente— y también normas claras para la instalación de cargadores públicos, incluyendo una planificación territorial útil y la incorporación de estándares hoy excluidos, como el caso de la norma china GB” finaliza.
Fuente: LaTercera.com
Por: Cristina Pérez