Software en línea pionero en el mundo identifica riesgo vial en un tramo de la Autopista Central
Cada año mueren cerca de 1,3 millones de personas en las carreteras del mundo entero, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales, según estudios de la OMS. Un equipo de investigadores del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería junto a Autopista Central aceptó el desafío de crear un modelo sofisticado que identifica patrones de accidentes, y alerta en tiempo real cuando se dan las condiciones favorables para que ocurran, generando una herramienta de potencial impacto en la vida de conductores y pasajeros, en Chile y el mundo.
Desde el año 2018 se encuentra implementado en Autopista Central el innovador Sistema Predictivo de Accidentes Viales (SPAV) capaz de generar alertas tempranas de accidentes en ruta. El proyecto nació en 2015, cuando gracias a la información precisa recopilada a través de sensores y pórticos de cobro de la Autopista, que miden flujo (la cantidad de autos que pasan por el pórtico), según tipo de vehículo (liviano, pesado, moto), velocidad promedio, y densidad (nº de autos /unidad de espacio), se logró con herramientas de minería de datos identificar bajo qué condiciones ocurrieron accidentes en el pasado, y en qué condiciones los vehículos circularon de manera normal.
A partir de los patrones relativamente estables de los accidentes de tránsito, los investigadores crearon un modelo basado en herramientas de aprendizaje de máquinas. Este es entrenado constantemente para aprender a reconocer los patrones, y a medida que recibe información en tiempo real, es capaz de calcular si existe riesgo mayor a lo habitual de que ocurra un accidente en los minutos siguientes.
El modelo aprende y está en constante proceso de mejora. Cada nuevo día de información le permite tomar mejores decisiones, al identificar potenciales cambios en los patrones de ocurrencia de los accidentes. Hasta el momento, la herramienta logra predecir un 80% de los eventos en un tramo y horario concreto.
“Es interesante que algunos patrones son contra intuitivos. Uno tendería a pensar que los accidentes se producen cuando se conduce extremadamente rápido, sin embargo, es más probable sufrir un choque por alcance cuando hay un diferencial de velocidades. Si hay congestión y esta desaparece por algunos metros, el conductor tiende a aumentar la velocidad para ganar el tiempo perdido, aumentando la probabilidad de tener un accidente si se encuentra sorpresivamente, unos metros más adelante, con autos avanzando a velocidades anormalmente bajas, a menos de 60km/ hr.”
Explica Franco Basso, investigador del proyecto.
Actualmente el equipo de investigadores se encuentra integrando herramientas de las neurociencias e inteligencia artificial, para ver cómo intervenir la Autopista y crear un escenario que mejore la seguridad vial. Las pruebas en el laboratorio demostraron que existen frecuencias lumínicas que alertan al conductor de forma inconsciente y lo llevan a tomar una actitud más segura frente a situaciones de riesgo, sin distraerlos de la conducción. En una segunda etapa se trabajará con un eyetracking, una tecnología de última generación que sigue el movimiento ocular del conductor, y puede medir cómo le afectan distintos tipos de estímulos visuales en los letreros luminosos y los pórticos de la Autopista, y cómo cambia su actitud de alerta.
“Nos sentimos optimistas respecto a los potenciales del Sistema Predictivo de Accidentes Viales. Gracias a la integración de herramientas de otras disciplinas, nos hemos planteado preguntas más creativas, hemos alcanzado nuevas barreras, y podemos ponernos desafíos más ambiciosos que a la larga aumentan la potencial seguridad vial de personas alrededor de todo el mundo”,
concluye Franco Basso.
Comunicaciones ISCI