Falta de semáforos complica los desplazamientos en las regiones
Hay que encontrar semáforos que sean bastante más resistentes que los de ahora. Porque hoy bastan tres personas moviéndolos y el semáforo termina cediendo’, comenta Franco Basso investigador ISCI.
‘Va a ser un caos terrible. Se nos viene el verano y aún no hay solución’, afirma Manuel Correa, presidente de la Asociación Gremial de Taxis Colectivos (Asotacol), sobre el impacto causado por el alto número de semáforos vandalizados en la Región de Coquimbo.
Una contingencia similar afrontan a diario distintas zonas del país por el aumento de los cruces no regulados, debido a la destrucción de este tipo de infraestructura vial tras el estallido social en octubre.
Según Franco Basso, director del Centro de Innovación en Transporte y Logística (Citylog) de la U. Diego Portales, esta contingencia ha causado, además, el deterioro en la calidad de vida de habitantes de distintas ciudades por el aumento de hasta un 30% en los tiempos de traslados. Una contingencia que resta tiempo al ocio y descanso, según afirma el académico.
‘Esto ha impactado en la seguridad de los eslabones más débiles de la cadena de movilidad, como son los peatones, porque cruzar algunas intersecciones se vuelve algo realmente complejo’, afirma.
‘Hoy, incluso, se están aplicando trucos que se ven en países del Oriente para cruzar las calles, como es formar grupos de cinco a 10 personas para que los vehículos se detengan y puedan pasar’, agrega Basso.
Como evidencia de este complejo escenario, según datos del Ministerio de Transportes, las intersecciones con semáforos apagados se duplicaron, al pasar de 167 a 309 en el país, según el catastro elaborado entre el 29 de octubre y el 2 de diciembre pasado.
Según especialistas, una intersección de alto flujo de vehículos y peatones puede contar con hasta 20 semáforos. En arterias de este tipo la reposición de esta infraestructura puede costar hasta $50 millones, afirman expertos, considerando tecnología complementaria y semáforos para peatones.
‘Nosotros estamos trabajando desde el primer día en mantener el máximo de cruces con semáforos en funcionamiento’, explica el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, en la Región de Coquimbo, que tiene el segundo mayor registro de intersecciones con semáforos apagados (36), excluyendo a la Región Metropolitana. A su vez, la Región del Biobío tiene la mayor cantidad de cruces con semáforos apagados (49).
Alberto Escobar, gerente del Automóvil Club, reconoce ‘cierta gentileza’ de parte de automovilistas que optan por ceder o alternar el paso; no obstante, ‘los cruces están muy peligrosos para los peatones, ciclistas y usuarios vulnerables’.
En tanto, Karina Muñoz, directora ejecutiva de Fundación Conciencia Vial, sostiene que la falta de semáforos se agrava en el país por el escaso respeto ‘intrínseco al peatón’.
‘En cuanto a semáforos rotos o que no haya señales de tránsito, haría un llamado a los automovilistas, principalmente, que son los que tienen un potencial de daño mucho menor, a circular a menor velocidad y estar muy atentos a las intersecciones, y que cedan la preferencia de paso a los usuarios más vulnerables, en este caso, el peatón y el ciclista’, enfatiza.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, detalla que el Gobierno ha iniciado el proceso de recuperación de los espacios públicos, para lo cual se dispone de un presupuesto de $5.600 millones. ‘Ya hemos comenzado con las primeras reparaciones en semáforos y aceras en Santiago y en Concepción. Las otras regiones se irán sumando a los trabajos’, comenta.
Finalmente, Basso sostiene que como medida de contingencia debería extenderse el empleo de ‘semáforos humanos’, ya adoptados en las comunas de Santiago, Las Condes y Rancagua.
$1 millón puede costar un semáforo. En algunas intersecciones puede haber hasta 20.
$7.453 millones es el valor de los semáforos dañados, según datos del Minvu.
10% más de combustible puede gastar un vehículo por aceleraciones y desaceleraciones por falta de semáforos.
21 cruces con semáforos reparados y con obras en ejecución registra el Minvu en distintas comunas del país.
Fuente: El Mercurio