“Tenemos que fortalecer la declaración de contactos estrechos porque las personas no los informan”
La subsecretaria de Salud Pública estuvo el miércoles en Biobío para presentar tres estrategias con las que esperan reducir los contagios de coronavirus. Reafirmó que el problema está en el relajo que se produce en los hogares, que representan el 65% de los brotes, frente al 15% de los contagios en la oficinaPaula Daza Narbona (58) es médico cirujano con especialidad en Pediatría de la Universidad de Chile. Magister en Administración en Salud de la Universidad de Los Andes. Diplomada en Investigación y Medicina, Basada en la Evidencia, de la misma universidad y Diplomada en Administración en Salud de la Universidad de Technion, Haifa Israel.
Fue integrante del equipo del programa de salud del Presidente Sebastián Piñera. Anteriormente fue gestora del programa de salud de la candidata presidencial Evelyn Matthei, en el año 2013, y Gestora del programa de salud del candidato presidencial Andrés Allamand, durante la elección primaria de ese mismo año.
Esos dos párrafos son parte de la biografía de la facultativa que justifican por qué está a cargo de la Subsecretaría de Salud Pública del ministerio de Salud, donde le ha tocado liderar y explicar una serie de medidas adoptadas por el Ministerio de Salud para hacerle frente al coronavirus, que desde el 18 de marzo tienen al país en estado de excepción constitucional.
Eso mismo la trajo a la Región del Biobío el miércoles, donde realizó tres actividades (una en Talcahuano, otra en Penco y la última en Concepción) relacionadas a la pesquisa y la prevención de la enfermedad, como la implementación de cuadrillas de salud, el refuerzo de los fiscalizadores y el mapa de calor para pesquisar casos activos.
Los anuncios se realizaron la misma semana que se levantaron las cuarentenas totales para Lota y Coronel, quienes avanzaron a la fase 2 del plan Paso a Paso, y que cerró el viernes con 331 casos nuevos, cifra que se ubica por sobre el promedio de lo observado en el territorio durante los últimos cuatro meses.
-Vino a implementar estrategias que ya se habían implementado en otras regiones. ¿Por qué la Región del Biobío se ve más desfasada?
-Las estrategias que hemos implementado son las cuadrillas sanitarias, que son un grupo de jóvenes del área de salud que han estado en la calle haciendo educación, promoción de salud y escuchando a las personas en distintas comunas. Vinimos a lanzarlas, pero ya están implementadas hace más de un mes. La idea fue darlas a conocer para que la comunidad les haga cualquier consulta. Ellos nos han contado que hay muchas dudas sobre el plan Paso a Paso, como qué significa cuarentena, transición. La idea era lanzarlas y también conversar con los chiquillos que han estado en la calle para ver cuál ha sido su experiencia.
-También hay otras estrategias…
-Lo segundo es la estrategia de búsqueda activa. La Región lleva varios meses en eso. Alrededor de un 30% de los casos han sido detectados a través de búsqueda activa. Hace un mes firmamos un convenio con el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería en que ellos, con los datos de movilidad que tienen, junto a los mapas de calor que nosotros tenemos (que son datos epidemiológicos), crean un índice de riesgo que permite identificar, según cómo se mueven las personas, dónde hacer la búsqueda activa. Esto partió en la Región Metropolitana y ahora estamos extendiéndolo a las regiones. A partir de la próxima semana va a estar en todo el país. Hoy lo estamos comunicando en Biobío.
-También hay una tercera…
-La tercera estrategia es la fiscalización. La Seremi de Salud ha estado fiscalizando los centros donde tienen que mantenerse las medidas sanitarias. Lo que hemos visto es que es importante reforzar que las personas que son casos confirmados y contactos estrechos mantengan su cuarentena en sus casas, porque la Región lleva más de mil sumarios sanitarios a personas que son casos activos o contactos estrechos que no los han encontrado en sus casas. Son personas contagiantes que han estado en la calle y eso nos parece grave. Por eso la fiscalización de ese grupo la hemos mejorado con el aumento de 50 fiscalizadores más para asegurar que las personas que tienen que estar en cuarentena, lo hagan. Estas tres estrategias las estamos fortaleciendo para contener la pandemia en el país y en la Región.
-En el caso de las personas que tienen que hacer cuarentena, ¿esa estrategia no se había derivado en los municipios?
-La fiscalización la hace la Seremi de Salud. Lo que hacen los municipios a nivel de atención primaria es la trazabilidad. Cuando el caso se confirma por parte de la atención primaria, van a visitar a la persona para asegurar que cumpla con las condiciones necesarias para hacer un aislamiento en su casa. Lo que hace la Seremi de Salud es fiscalizar que esas cuarentenas, que están indicadas por 14 días, se cumplan.
Factores
-¿Qué incidencia tiene eso en los casos que hay en la Región? Si bien no hemos visto aumentos explosivos, desde que partió la pandemia hemos visto que se genera un incremento y luego una meseta. Al inicio de la pandemia había, en promedio, unos 100 casos diarios, en un momento aumentó a un promedio de 200 diarios y así se ha mantenido en los últimos cuatro meses. ¿Influyen estas personas que no cumplen sus cuarentenas?
-Estos mil sumarios son a lo largo de la pandemia, no sólo ahora. En el aumento de casos inciden una serie de variables. Cuando las personas tienen más libertades, en las comunas que están en preparación o transición, la mayor libertad implica mayor responsabilidad y las personas a veces se olvidan o nos relajamos con respecto a las medidas sanitarias. Otro de los datos importantes es que un 65% de los brotes son familiares, o sea, en las reuniones sociales, familiares y por eso es tan relevante mantener la alerta de que estamos en pandemia. Lo que hemos visto es que las personas respetan sus medidas sanitarias en el trabajo, la calle, en el transporte, pero cuando llegan a la casa se olvidan y se relajan. Por eso es importante mantener la estrategia de cuadrillas sanitarias, la educación y comunicación de riesgo. Pero esto depende de todos. Independiente de las medidas de restricción, lo que haga cada uno tiene un impacto. Si respeto las medidas en la calle, el trabajo, en el transporte, pero llego a mi casa, me relajo, me junto con mis amigos y no uso mascarilla, la posibilidad de contagio ahí aumenta.
-¿Hay algo que hayan identificado que pasa en la Región y que no pasa en otras zonas?
-A veces se nos olvida que tenemos que estar manteniendo estas medidas de autocuidado. Ahí tenemos que focalizar nuestros esfuerzos: cuando llegamos a la casa tenemos que lavarnos las manos, sacarnos la mascarilla, dejarla en el lugar que corresponde, si nos vamos a juntar con más personas, hay que hacerlo afuera. Eso mismo pasó en Europa: empezaron las reuniones sociales, las fiestas, y es muchas veces ahí donde ocurren los contagios y eso implica un aumento en el número de casos. Otro tema esencial es que los casos activos se trasladen a residencias sanitarias, que es el lugar más seguro para realizar un aislamiento. En la casa muchas veces estar 14 días aislado de la familia es difícil y por eso ocurren los contactos familiares. Hay que fortalecer la estrategia de residencia sanitaria, de autocuidado y también que las personas declaren sus contactos estrechos. Ese es otro tema que tenemos que fortalecer, porque las personas declaran los contacto intradomiciliarios, pero no los otros contactos, en el trabajo u otros lugares, y eso hace que no identifiquemos precozmente a esas personas que se pueden contagiar.
-¿Cómo influyen en los contagios la realización de ciertas actividades económicas? En la Región tenemos puertos, actividad forestal, lo que genera movilidad no sólo dentro de personas del territorio, sino de otras que son de otras regiones. ¿Eso influye?
-De todos los brotes que hay en la Región, un 65% son familiares y cerca de un 15% son laborales. Vemos que en el trabajo se respeta bien la mascarilla, el distanciamiento, pero las personas se relajan cuando van a almorzar juntas, en los horarios de descanso, por eso hay que fortalecer las estrategias de autocuidado en todo momento. Los brotes laborales no se producen cuando están trabajando, sino cuando se relajan y ahí hay que poner toda la energía. Estamos frente a un virus tremendamente contagioso y donde un 30% de los casos no tienen síntomas. Por tanto, todo suma: la búsqueda activa, las medidas de autocuidado, quedarnos en nuestras casas, mantener la distancia y los mensajes claros, como lo estamos haciendo todo los días.
-En la Región Metropolitana están en etapa más avanzada, donde la gente puede ir a comer a los restoranes y no se observa un peak de casos vinculado a eso, que es donde se relajan las medidas sanitarias, porque la gente se saca las mascarillas…
-Hay que ver cada situación particular. Lo que hace cada persona en cada momento es esencial. Lo importante es que se respeten los protocolos. La Seremi de Salud tiene que estar fiscalizando aquellos lugares donde se aplican. Si hay lugares de trabajo donde no se respeten se va a sancionar el lugar. Hay que respetar protocolos individuales, los de las empresas, las industrias, que es la única manera de contener la pandemia.
-Se ha dicho que en Santiago están más avanzados y como la gente en regiones ve eso, se relaja.
-Lo que influye es lo que hace cada una de las personas. Los indicadores a nivel nacional muestran que las personas todavía le tienen miedo al coronavirus y eso es positivo, porque significa que nos vamos a cuidar. Cuando le perdemos el miedo al coronavirus nos empezamos a relajar. Por eso el mensaje es decir que estamos avanzando positivamente en algunas comunas, pero es ahí donde más tenemos que focalizar los esfuerzos, porque es ahí donde nos podemos contagiar.
-¿Por qué en el caso de Concepción era mejor ampliar el toque de queda que decretar cuarentena?
-El toque de queda se amplió recién. Tenemos que ver los resultados. El toque de queda implica mayor restricción en las tardes, cuando la gente tienda a reunirse, a hacer reuniones familiares. Esperamos que surta efecto no sólo el toque de queda, sino también las fiscalizaciones, la búsqueda activa de casos, la trazabilidad, la implementación de educación de las personas. Tenemos que evaluar, pero si es necesario retroceder en la comuna, lo vamos a hacer. Sabemos que es una medida más dura, más estricta, pero la hemos tenido que implementar cuando las otras medidas no surten efecto.
-El 11 de diciembre se termina el estado de excepción. Si no se extiende, ¿qué va a pasar con todas estas medidas?
-Hay medidas que dependen del estado de excepción, esa es una decisión que toma el Presidente de la República. Tenemos que esperar los próximos días para ver cómo va evolucionando la pandemia y en el momento adecuado se va a decidir si se va a extender o no.
Las tres estrategias que están reforzando
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, empezó temprano con sus actividades el miércoles. La primera se hizo en Talcahuano y consistió en un operativo de testeo con el laboratorio móvil de la Seremi de Salud. Con esto se presentó la estrategia de búsqueda activa en base a Mapa ISCI.
Daza detalló que para ello se usan mapas de calor que orientan de manera más eficiente los operativos de testeo, pues muestran los lugares que presentan mayor probabilidad de circulación de personas asintomáticas.
Esto, dijo Daza, permite “realizar predicciones de los lugares donde podrían estar circulado personas que presentan el virus sin saberlo, testearlas, indicarles aislamiento de forma precoz y trazar rápidamente a todos sus contactos estrechos, disminuyendo así las probabilidades de propagación de la enfermedad”.
La segunda estrategia se presentó en Penco y consistió en las cuadrillas sanitarias, la cual se conforma por 13 facilitadores comunitarios (entre profesionales y técnicos de las ciencias sociales y de la salud), quienes promocionan las medidas preventivas del covid-19.
Estas se concentrarán en localidades, sectores y barrios consignados en los Mapas de ISCI, considerando intervención en polígonos territoriales, además de grupos de población específicos en lugares como ferias libres, comedores solidarios, servicios públicos o bancarios, centros comerciales y otros puntos estratégicos.
La última estrategia es el fortalecimiento de las fiscalizaciones y para ello se contrataron 50 personas, que apoyarán las labores hechas por la Seremi en Biobío. Ellos se enfocarán en la inspección domiciliaria de pacientes positivos y contactos estrechos que deben cumplir una cuarentena efectiva.
Estos fiscalizadores son parte de un total de 186 funcionarios contratados por la Seremi, además de otros 28 fiscalizadores en Comisión de Servicio dispuesto por Municipalidades.
Fuente: Diario El Sur