Problemas en estrategia clave: aumentar los PCR puede demorar más los resultados
Hoy se produce una tardanza, que atenta contra el aislamiento de casos. Y eso que hay capacidad ociosa.Cuando se declaró la pandemia por Covid-19, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recomendó que lo más efectivo para reducir el contagio era ‘testear, testear y testear’.
Hoy Chile superó el millón 100 mil exámenes PCR realizados y el ministro de Salud, Enrique Paris, anunció la semana pasada que a partir de julio irán a los domicilios para tomar más test.
No obstante, la estrategia del testeo —según Espacio Público (EP)— solo fue exitosa hasta el 30 de abril pues las tasa diaria de positividad durante ese mes promedió 9,3%, valor que se obtiene al dividir el número de tests por la cantidad de contagiados.
Pero desde 1 de mayo dicho valor subió y el 23 de junio EP informó que llegó a 25,1%. Un porcentaje lejano al 5% propuesto por la OMS para bajar el riesgo y que va de la mano con la reducción de la cantidad de test practicados: el 5 de junio se llegó a un techo de 21.780, pero desde entonces la cifra comenzó a ir a la baja, llegando algunos días a reportarse cifras menores a los 13 mil exámenes diarios.
Nuevas tácticas
A fines de mayo, el Consejo Covid-19 recomendó dos nuevas técnicas para ampliar el testeo: el examen por saliva y el ‘pool testing’.
El primero ‘se está estudiando porque hay un cambio en los insumos y eso hay que coordinarlo con los laboratorios’, aclara el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga. Más avanzado está el ‘pool testing’ (ver recuadro).
Soledad Martínez, académica de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, concuerda que ‘siempre es mejor tenerlos que no tenerlos, pero si hay pocos tests la estrategia más importante será el seguimiento de casos’. Es decir, la trazabilidad, que también está retrasada debido a la demora en la transferencia de recursos a la salud primaria para realizar esa labor, que le fue encomendada el 3 de junio.
En Europa los exámenes PCR además de utilizarse para el manejo de la pandemia fueron considerados piezas fundamentales al momento diseñar el retorno a las actividades. En España por ejemplo, cuando se estaba planificando la desescalada, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, planteó que el objetivo en esa fase era reducir por debajo de las 48 horas el tiempo entre la primera consulta y el diagnóstico. Eso permitiría detectar y contener posibles brotes.
La idea es llegar a 140 mil test por semana
En marzo el único laboratorio que analizaba PCR era el ISP. Ahora hay 97. Del millón de exámenes procesados el 52% se vio en recintos privados, el 41% en hospitales públicos y un 7% en el ISP.
‘Al principio nos pusimos como meta tener una capacidad de testeo similar a la de Alemania, que era asimilable a tener 16 mil testeos diarios y ya vamos en 23 mil, que (hoy) es nuestra capacidad máxima. Y obviamente vamos a seguir creciendo’ señala Arturo Zúñiga, subsecretario de Redes Asistenciales.
Más laboratorios así como el uso de termocicladores (una máquina usada en biología molecular para analizar PCR) donados por la empresa privada han acelerado los procesos, generando una capacidad ociosa en estos últimos días, pues se gestionan menos de los 23 mil test que se podrían hacer. ‘Hoy hay capacidad instalada que no se está ocupando’ reconoce Zúñiga, quien aduce que eso de debe a que los chilenos por lo general esperan hasta último momento para consultar a un médico, que es quien da el pase para hacerse el PCR. ‘El aguantarse implica que hay una tardanza en las medidas de aislamiento’, añade.
Como se pretende llegar a 140 mil test por semana y la demanda no es pareja por zona, además de reforzar los equipos de laboratorio, de tecnólogos médicos y de químicos farmacéuticos —para que puedan trabajar 24 horas— se decidió implementar un sistema similar al de pacientes que se trasladan a centros asistenciales donde hay más camas. Solo que esta vez son las muestras las que se mueven a aquellas regiones que tienen disponibilidad para analizarlas.
La infectóloga Jeannette Dabanch reconoce el esfuerzo, pero alerta que esto puede presionar el sistema: ‘En la capacidad de laboratorios estamos al tope y eso implica que haya demora en los tiempos de respuestas, porque la capacidad de laboratorios es finita’.
Según el informe ‘Evolución de los tiempos de acceso al sistema de salud entre semanas epidemiológicas’ —elaborado por académicos de la Escuela de Salud Pública— las personas que se hicieron PCR por Fonasa esperan en promedio 4,5 días desde la toma del examen hasta conocer el resultado. Ese plazo se reduce a tres días cuando el test se toma a través de una isapre.
‘Es tema, porque se puede aumentar la cantidad de test, pero si el resultado está a los 14 días después de que inició los síntomas, ese test no sirve porque no permite hacer el aislamiento ni permite hacer la trazabilidad de los contactos, porque esa persona pasó los 14 días contagiando a más gente’, indica Soledad Martínez, doctorada en Salud Pública.
Por eso, agrega, lo importante no es solo hacer muchos tests sino además que los resultados se tengan en el momento que corresponde pues la ventana para actuar sobre los contactos y someterlos a cuarentena preventiva es muy breve: ‘El óptimo de entrega de resultados es entre 24 a 48 horas que logran algunos laboratorios en el sector privado, porque en ese tiempo se debe tener a la persona encerrada hasta saber el examen’, asegura.
Dónde aumentar los testeos
Para el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Usach, doctor Ignacio Silva, hay que mirar varios factores al momento de ampliar los testeos: ‘Siempre en las comunas donde se vayan reportando más casos hay que hacer más testeos para mantener porcentaje de positividad. Y también en lugares con mayor hacinamiento tanto poblacional como por institucionalidad, como las cárceles, los hogares de ancianos, hogares de menores, en los centros asistenciales y el personal de salud’.
Lo ideal es abarcar la mayor cantidad de gente posible y a la uruguaya: ‘sin hacer que las personas se movilicen grandes distancias hacia un hospital o centro de atención mayor, por eso ojalá el examen vaya a la casa y no la persona hacia el examen’ indica, coincidiendo así con la estrategia plateada por el Gobierno el jueves 25 de junio.
—¿Se está testeando a los contactos estrechos?
—No se está haciendo de manera sistemática. La verdad es que un contacto estrecho no es necesario que se haga una PCR si no tiene síntomas respiratorios. Ahí no se saca nada con hacer una PCR, porque se perderá el recurso y se sobrecargarán los laboratorios innecesariamente. El contacto estrecho tiene que hacer cuarentena por 14 días con y sin PCR de por medio.
Exámenes masivos partirían en residencias de ancianos
Uno de los métodos que permite testear masivamente y en corto tiempo a la población es el ‘pool testing’, el mismo que se probó en mayo en Wuhan para testear a 6,5 millones de personas en dos semanas.
El 31 de mayo el Consejo Covid recomendó a las autoridades aplicar la técnica tras conocer en detalle dos propuestas: una, la de la U. Austral y otra, de la U. de Chile (Instituto de Sistema Complejo de Ingeniería –ISCI- junto con la Facultad de Medicina).
Esta última contempla procesar entre 5 a 10 muestras por cada kit de PCR. Lo que implica un ahorro de tiempo y de insumos. Solo en caso que tal examen salga positivo, se repite en forma individual a cada integrante del grupo testeado.
El coordinador de esta iniciativa es Leonardo Basso, quien reconoce que tras el visto bueno del consejo asesor ‘el Minsal lo ve con buenos ojos y por eso está buscando la colaboración con nosotros’. Aunque aún no hay fecha de inicio, la seremi metropolitana está haciendo las gestiones para iniciar el piloto en los establecimientos de larga estadía de adultos mayores (ELAM), cuyos resultados se procesarían en los laboratorios de la U. de Chile.