Movilidad durante la segunda cuarentena en Punta Arenas aumentó un 35% con respecto a la primera
Un reporte del ISCI de la U. de Chile detectó que el indicador solamente bajó un 26%, mientras que en el confinamiento de abril se redujo un 40%. “Puede tener que ver con la mayor dificultad para controlar el segundo brote”, explica. Punta Arenas fue una de las primeras localidades en territorio nacional en entrar en confinamiento. Ante el aumento de casos, las autoridades sanitarias decretaron una cuarentena a principios de abril, la que logró reducir los niveles de movilidad en la comuna en un 40%. Después de un mes de restricciones, la medida se levantó.
A mediados de agosto, la ciudad entró en una nueva cuarentena que todavía sigue en pie, como una vía para controlar un nivel de contagios mucho mayor al registrado durante abril. En este momento, Magallanes tiene una tasa de positividad superior al 50% de los tests de PCR tomados y el Ministerio de Salud ha expresado su preocupación al respecto.
En un intento por entender la situación en el sur, el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la U. de Chile realizó un estudio para medir los niveles de movilidad que se alcanzaron en la comuna durante el mes de septiembre. El resultado no fue alentador: el indicador se redujo en un 26% con respecto a los valores de referencia registrados en marzo, una baja menor al 40% logrado durante la cuarentena de abril.
Así, la movilidad promedio tras la segunda cuarentena decretada para la zona fue un 35% superior a la registrada durante el primer periodo de confinamiento. De acuerdo al informe, elaborado en base a la información sobre uso de infraestructura de telecomunicaciones, el segundo confinamiento tuvo un impacto bastante menor que el primero.
“La primera cuarentena tuvo un efecto mayor en mitigar la movilidad, aunque se disipó a las pocas semanas”, explica el académico de la U. de Chile y director del ISCI, Leonardo Basso. “La cuarentena actual ha sido menos efectiva en disminuir la movilidad, lo que puede tener que ver con la mayor dificultad para controlar el segundo brote. Es problemático, porque además sabemos que ya no se logran sostener confinamientos por largos periodos de tiempo”, añadió.
La efectividad de las cuarentenas es un tópico que actualmente está en discusión, luego de que zonas en largo confinamiento no hayan logrado controlar su situación epidemiológica, como Argentina, y otras que nunca recurrieron a la medida sí hayan tenido éxito en esa misión, como Uruguay. Los expertos han señalado que la cuarentena requiere de otros factores simultáneos para lograr el control, como una estrategia robusta de testeo, trazabilidad y aislamiento.
Para Basso, se debe insistir en estas alternativas para contener la pandemia. “La autoridad debe identificar rápidamente los contagios nuevos y aislar a todos los contactos estrechos, bajo un monitoreo estricto”, señala. También recalca que “se debe apelar profundamente a la responsabilidad individual en el control de los contagios, con las medidas de distanciamiento, higiene y reducción de movilidad en la medida de lo posible”.
Fuente: EMOL.com