Leonardo Basso: “El espacio para usar medidas como los confinamientos comienza a agotarse”
El académico de la U. de Chile planteó que la adhesión a medidas más drásticas durante la pandemia ha sido muy disímil según el nivel de ingresos de las comunas, por lo que es necesario conducir de manera distinta el proceso de cara a un recrudecimiento de la crisis en las semanas que vienen.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, Leonardo Basso, académico y director del Instituto de Sistemas Complejos de la Ingeniería de la Universidad de Chile se refirió a la forma en que las ciudades y comunas de Chile han respondido frente a las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno durante esta pandemia y proyectó lo que podría generar una segunda ola en este sentido.
El además senador universitario señaló que son esencialmente dos los patrones que se pueden vislumbrar sobre la reacción de las ciudades frente a las medidas de confinamiento. Lo primero tiene que ver con que no fue posible cumplir con la baja en el número de desplazamientos dentro de las ciudades.
Y en segundo lugar, el cumplimiento de las medidas de confinamiento fue muy dispar entre las comunas de Chile, siendo un patrón que las comunas de menores ingresos y más periféricas tenían mayor dificultad para cumplirlas, y surgieron algunos patrones, como que los desplazamientos cambiaron, de ser radiales a pendulares, particularmente hacia las ferias libres.
“Las comunas más periféricas tienen, definitivamente, un menor nivel de servicios lo que los obliga a desplazarse más, tienen menor penetración de internet lo que no les permite hacer tantas actividades en el día como en otras zonas, y lo otro que es importante es lo que uno podría llamar la teletrabajabilidad de los trabajos de las personas de una zona, y el trabajo de oficina por supuesto es mucho más teletrabajable que el trabajo que no es de oficina y los ámbitos y las industrias en que las personas trabajan no están homogéneamente repartidas en las ciudades”.
Respecto de la segregación que se evidencia en las grandes ciudades, un aspecto tiene que ver con la construcción de viviendas sociales por parte del Estado que es, básicamente, “donde se puede” es decir, en lugares alejados del centro donde el suelo es más barato.
Pero esto trae aparejado que, a diferencia de los privados que construyen en suburbios pero dotan al mismo tiempo de servicios, el Estado sólo se preocupa del producto final, en este caso la vivienda, pero sin dotar de servicios a las poblaciones, y esto tiene que ver con lo sectorial con lo que trabaja el Estado, a través de sus distintos ministerios, por lo mismo, el profesor Basso plantea que una solución puede ser crear la figura del “Alcalde de Santiago”.
“La solución o el camino de la solución es el gran alcalde de la Región Metropolitana, alguien que vez la ciudad completa y estamos avanzando un poquito en eso, existe una política nacional de desarrollo urbano desde 2012, y existe un Consejo Nacional de Desarrollo Urbano que intenta que las políticas sean no sólo sectoriales sino que avancen a nivel de ciudad. Pero hay que admitir que hacer cambiar o modificar una ciudad y sus patrones es algo resulta lento y complejo, desafortunadamente”Respecto de las lecciones que se pudieron haber sacado de la primera ola de la pandemia, es que las cuarentenas y medidas coercitivas tuvieron una adhesión decreciente. Y ahora, de lo que hemos podido ver en comunas que en las últimas semanas han debido enfrentar cuarentenas, es que hay cada vez menos cumplimiento, lo que lleva a plantear al profesor Basso que “el espacio que tenemos para usar medidas tan drásticas como los confinamientos comienzan a agotarse, no porque en la teoría no vayan a resultar sino porque en la práctica no están funcionando”.
Por esta razón, el académico de la Facultad de Ingeniería, señala que el Estado debe conducir los procesos desde otras perspectivas. Ejemplo de esto fueron las fiestas patrias, en donde haberlas cancelado hubiese resultado casi imposible, por lo que se trató más bien de conducir ese proceso, y si uno mira hacia atrás, los desplazamientos no aumentaron y ni se observó una explosión de casos nuevos de Covid-19 luego de la celebración.
“Hemos aprendido, es muy diferente el cuidado personal de la gente, ahora que antes, hay excepciones por cierto, pero también es cierto que estamos frente un agotamiento de la población que hace que las medidas coercitivas, aquellas que se vayan a tomar tengan que ser escogidas con pinzas y sea mejor intentar conducir un comportamiento de la gente, mientras navegamos hacia una vacunación que debería estar completada en septiembre”.
Respecto de la mantención del toque de queda por las noches, versus la apertura, por ejemplo, de los mall durante los días de semana. Leonardo Basso la idea de mantener abiertos los malls tiene que ver con sostener la actividad económica, en cambio el toque de queda es para evitar las reuniones sociales en las que las personas tienden a relajar el autocuidado.
“Hay que seguir aspirando a la responsabilidad de las personas, y eso tiene cuatro partes, tres que siempre dice el Ministro de Salud: lávese las manos, mantenga la distancia física, use mascarilla y a mí me gusta agregar una cuarta: si puede quédese en casa. Suena sencillo decir ‘quédese en casa para beneficio de sus compatriotas porque sino los está forzando a estar más hacinados en alguna parte’, pero es una de las más complejas porque llevamos tanto tiempo encerrados”, concluyó.
Fuente: RadioUchile.cl