Investigador: Gracias a la vacunación, Chile puede decir que este sí es un último esfuerzo
“Ésta no es una cuarentena más; podemos conseguir el efecto drástico y de shock que necesitamos”, dijo a Cooperativa el director del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, Leonardo Basso.
Los confinamientos de marzo de 2021 tuvieron apenas la mitad del impacto en la movilidad que las de principios de la pandemia, en 2020.
En momentos en que el país vuelve a registrar más de 8.000 contagios por Covid-19 en un día y los pacientes UCI superan los 3.000, el director del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile, Leonardo Basso, afirmó este jueves en Cooperativa que, de la mano de la exitosa campaña de vacunación nacional, las masivas cuarentenas decretadas recientemente por las autoridades para contener el avance de la segunda ola representan “un último esfuerzo”.
En entrevista telefónica con Lo Que Queda del Día, el académico de la “Casa de Bello” profundizó en los resultados del estudio del ISCI que, esta semana, reveló que las cuarentenas impuestas en las últimas semanas redujeron la movilidad en el país a cerca de la mitad de lo conseguido a principios de la pandemia en 2020.
“Este es un fenómeno mundial: las cuarentenas tienen mayor adhesión en estratos de ingresos más altos, lo que evidentemente tiene que ver con la capacidad de trabajar el acceso a servicios y la precariedad laboral: hay cada vez más personas que necesitan trabajar diariamente para llevar el sustento”, explicó Basso.
“Lo otro cierto en Chile y el mundo es que las segundas, terceras y cuartas cuarentenas tienen menor impacto. Están siendo menos respetadas en todo el planeta”, mientras que “se disipan más rápido, es decir, tienen un mayor impacto la primera semana”, afirmó el investigador.
EN SANTIAGO “TODAS LAS COMUNAS LO ESTÁN HACIENDO PEOR”, MIENTRAS EN REGIONES “LAS COSAS NO ANDAN MUCHO MEJORES”
Respecto a la reducción de movilidad en las últimas semanas, el director del ISCI señaló que “todas las comunas (en la Región Metropolitana) lo están haciendo peor, pero la diferencia socioeconómica además se mantiene”.
Por ejemplo, en Cerro Navia en su primera cuarentena tuvo una disminución de movilidad de más del 30 por ciento, ahora consigue 20, mientras que La Reina había reducido su movilidad en 50 por ciento, ahora consigue del orden del 25 por ciento, dijo Basso.
Mientras en regiones “las cosas no andan mucho mejores”, expuso el profesor: uno de los casos más claros es lo que sucede en Iquique, donde solo logró disminuir su movilidad en un 15 por ciento, que contrasta con el -38 por ciento de la primera cuarentena de 2020.
“TAL VEZ, UN BUEN DISEÑO DE PERMISOS PUEDA CONTRIBUIR A QUE NOS VAYA MEJOR”
En tanto, se pudo identificar que el fin de semana en que no se entregaron permisos de desplazamientos -el 27 y 28 de marzo- sí existió un efecto en reducir el transito de personas y todas las comunas tuvieron una movilidad menor de entre 5 y 9 puntos.
“Esa cuarentena tuvo un efecto similar al de las primeras cuarentenas. Eso quiere decir que, tal vez, un buen diseño de permisos pueda contribuir un poquito a que nos vaya mejor en esta muy necesaria nueva cuarentena”, planteó el director del ISCI.
SI CHILE SIGUE LAS MEDIDAS, “COMENZAREMOS A VER EL FINAL DEL TÚNEL”
En este escenario, Basso finalizó su análisis con un mensaje a la ciudadanía: “Siendo que este problema, la falta de adhesión a las medidas de confinamiento, es mundial, en Chile tenemos una posibilidad bien única, dada por nuestra campaña de vacunación. Nosotros sabemos que en unas pocas semanas vamos a tener el efecto de la vacunación dando un respiro al personal de salud y a la infraestructura médica”.
“En Chile podemos dar un mensaje de que este sí que es un último esfuerzo, de que esta no es una cuarentena más, sino que podemos conseguir el efecto drástico y de shock que necesitamos ahora y, si lo hacemos, va a durar unas pocas semanas y comenzaremos a ver el final del túnel”, cerró.
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Fuente: Radio Cooperativa y Cooperativa.cl