Ingeniero explica por qué será “imposible” estar a un metro de distancia en el transporte público
El Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) estudió lo que comenzará a suceder con el inicio de la desescalada. Su director, Leonardo Basso, advierte que en el mejor escenario podría darse que entre un pasajero y otro haya no más de 50 cm.
Leonardo Basso, director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), apela a Joan Manuel Serrat para explicar el escenario que, avizora, comenzará a suceder con la pandemia en el transporte público con el desconfinamiento de la capital.
Para él, resulta “imposible” que en micros y el Metro se pueda mantener la distancia de un metro recomendada para evitar contagios. Y apela al cantautor para graficarlo: “Serrat dice que nunca es triste la verdad cuando no tiene remedio”.
¿Por qué no se lograría?
Para eso se necesita que circule menos gente y particularmente en la hora punta; y segundo, frecuencias muy altas para poder controlar la cantidad de gente que va en un bus. Nosotros calculamos que para conseguir el metro de distancia se necesitan cinco cosas simultáneamente.
¿Cuáles son?
Primero que haya pistas Solo Bus en todas las pistas congestionadas del Gran Santiago.
¿Cuántas son?
Muchísimas, piensa en cualquier calle en que circulen buses con autos. Segundo, se necesita mantener una baja en los viajes totales del orden del 20%, pero la gente que más usa el transporte público es la de menores recursos, que, a la vez, es la que menos puede teletrabajar. Eso plantea un problema. Lo tercero que se necesita es traspasar viajes desde la hora punta a la hora fuera de punta en un 20%.
¿Cómo hacer eso?
Eso sólo puede ocurrir con una política muy clara , planificada y establecida de entradas diferidas al trabajo.
… Que no se ha hecho.
No está en práctica en este momento. Y aún haciendo todo eso se necesita un 30% adicional de flota, es decir, 30% más de buses; y se necesita, además, más que duplicar el subsidio del sistema en la Región Metropolitana para mantener la tarifa, porque habrían unos costos operacionales mucho mayores.
¿Por ese 30% más de buses hay que duplicar el subsidio?
Sí, porque vas a tener muchos más buses circulando con poca gente en cada uno. Piensa que un bus va a ir a un tercio de la capacidad, entonces si no queremos que la tarifa arranque, requiere muchísimo más subsidio.
Dado este escenario de imposibilidades, ¿queda asumir que lo más probable es que la gente se va a contagiar en la locomoción colectiva?
Esta es una verdad que no tiene remedio. El metro de distancia que se sugiere para la ferias, que están al aire libre, es imposible de conseguir en el transporte público. Esto es algo que sucede en todas las capitales del mundo que tienen una alta participación del transporte público. A ver qué queda: si se toman todas las medidas que le mencioné -las pistas Solo Bus, disminución de los viajes y entradas diferidas- eventualmente se podría conseguir bajar la operación de los buses a dos tercios, aproximadamente, consiguiendo algo más de distancia física.
¿Con esos 2/3 se podría mantener el metro de distancia?
Medio metro de distancia. Y eso es factible sólo si están funcionando la política de pistas Solo Bus, de teletrabajo, o cambio a bicicleta o las clases en línea, además de las entradas al trabajo diferidas.
Pero eso no va a ocurrir.
Difícil. Lo que va quedando en el transporte público son las otras dos medidas que van a evitar contagios: mascarilla y lavado de mano.
Pero ante un contagiado cerca las mascarillas no son 100% seguras.
Es así. El problema de aglomeraciones como estas es que si hay un contagio al interior de un bus la probabilidad de trazar otros contagios desaparece. En una micro es muy complicado saber con quién se estuvo.
Ante esto, ¿lo esperable es que a medida que la desescalada se profundice, al haber mucha más gente en la calle, las posibilidades de contagios crecen?
Así es. En ISCI vimos que en momentos en que estábamos confinándonos la baja de movilidad en 10% indujo disminuciones en los contagios de 20% semanal. Si vamos a avanzar ahora en el camino contrario es algo que está por verse. Los estudios que hemos visto es que el número de contagios viene subiendo, pero eso hay que tomarlo con calma porque también estamos haciendo búsqueda activa, no se trata de casos que van a llegar a los hospitales, sino de casos que uno sale a buscar.
Pero debería haber segunda ola.
Todos los indicios están ahí, ¿cuál va a ser su severidad? Es algo que está por verse, pero en casi todos han tenido que volver a diferentes niveles de confinamiento.
¿O sea que lo que se desconoce aún sólo es la gravedad epidemiológica que tendría la desescalada?
Eso podemos entender. Pero hay otro aspecto: todos los estudios nos muestran que la gente se venía desconfinando consistentemente en las últimas cuatro semanas. Hay que entender que muchas veces el confinamiento es como poner puertas en el campo, uno no puede sostener una cuarentena indefinidamente, entonces va a haber una especie de baile que vamos a tener que ir calibrando de a poco, tomando en cuenta lo que la gente efectivamente hace.
¿Tomar las medias no sólo como imposición, sino como adaptarse a lo que la gente ya hace?
Sí e intentar modificar comportamientos como el lavado de manos y el uso de mascarillas. Y hay algo más importante: el desconfinamiento debe ser entendido como un pacto entre las personas que pueden quedarse en casa, con aquellas que no pueden. Si yo puedo quedarme estoy ayudando a que otras que sí necesitan moverse puedan hacerlo de manera más segura. Eso no tiene que ver con el contagio propio, sino con ayudar a nuestros conciudadanos para que no se contagien. En muchas casas les dicen a los niños que son superhéroes porque pueden quedarse en casa y ayudar al resto. Los adultos tenemos que hacer lo mismo si podemos.
Fuente: HoyxHoy