En Ñuble contagios de coronavirus van en línea con la mayor alza que presenta el país
Expertos coinciden en que las cuarentenas son las más efectivas pero reconocen desgaste en la población y falta de garantías laborales para el encierro. Recomendaciones van en torno a cordones sanitarios o burbujas sociales.El coronavirus llegó para quedarse durante el verano. Lo que pocos avizoraban por allá en marzo con los primeros contagios ya es un hecho. Tendremos que convivir en los cálidos días de vacaciones o relajo, conviviendo con las restricciones que impone la emergencia sanitaria.
¿Pero, cuáles serán estas restricciones y de qué tipo? No está claro aún puesto que las restricciones más rígidas, como las cuarentenas, son vistas con recelo por las autoridades sanitarias debido al cansancio que experimenta la población al deber sobrellevar el encierro, en especial en torno a la salud mental. Técnicamente, eso si, es la medida más efectiva. El problema es que no se ha hecho bien, de la mano con el resguardo de garantías para la población, desde accesos a servicios pasando por mayores ayudas económicas, hasta cuestiones pragmáticas como facilitar la conexión digital a todos los hogares.
‘Una única medida no basta, hay que usar estas medidas de confinamiento en conjunción con otras cosas. Acercar servicios a las personas, tratar de virtualizar lo más posible las necesidades que están teniendo las personas, tratar de suprimir las mayor cantidad de viajes y si alguien no tiene Internet que se le provea el acceso. Se tiene que ayudar a las personas que lo están pasando peor’, sostiene el académico de la Universidad de Concepción, Sebastián Astroza, integrante del equipo de profesionales del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), que agrupa a facultades de ingenierías de universidades y que se han especializado en el análisis de la movilidad de las personas durante la pandemia.
El último de estos estudios reveló el desgaste de nuevas cuarentenas respecto a las primeras aplicadas. En Chillán y Chillán Viejo, de hecho, la primera aplicada a fines de marzo hasta el 27 de abril, redujo la movilidad un 40% mientras que la que rigió entre fines de septiembre y octubre, la movilidad bajó un 30%. Las diferencias, además, se explican por el alto número de permisos disponibles y por la aplicación de cuarentenas parciales en territorios muy cercanos entre sí. Otras opciones ¿Qué hacer entonces si las cuarentenas aplicadas no han tenido los resultados en el largo tiempo?
El presidente del Colegio Médico en Chillán, Juan Pedro Andreu, planteó la necesidad de aplicar cordones sanitarios para frenar el ritmo de contagios en la capital de Ñuble. ‘La gente debe ser responsable con lo que dice la autoridad sanitaria, y la autoridad sanitaria debe vigilar que se cumplan las reglas.
¿Que deberían endurecerse? yo creo que sí, debería existir un cordón sanitario que impidiera el movimiento como lo dice el Plan Paso a Paso, pero vemos que las playas están llenas, que la gente se mueve y nadie la controla’, enfatizó el doctor Juan Pedro Andreu, presidente regional de Colmed, para quien el incremento de casos por coronavirus es producto de las personas no acatan las medidas de higiene y autocuidado, por lo que advirtió que de no asumir una conducta responsable la pandemia seguirá avanzado cobrando más vidas y afectando aun más la economía. Frente a la propuesta del Colegio Médico, Astroza, dijo que estas medidas ‘tendrían un impacto, pero que al igual que la cuarentena quizás ese impacto va ser cada vez menor al pasar el tiempo’.
Lo que sí descartan los expertos que pueda contribuir a la baja de contagios es la restricción vehicular. ‘La conclusión que tenemos de la restricción vehicular en los periodos de tiempo que se hizo durante los días de semana, no evidenciamos un impacto significativo en los datos, lo cual no debe interpretarse como que la restricción vehicular no tiene un efecto, sino todo lo contrario, porque estuvo diseñada para que no afectara los periodos punta, para que las personas que necesitaran trabajar lo pudieran hacer de todas maneras’, aclaró Astroza.
Tendencias y nuevas estrategias La jefa de la Unidad de Epidemiología del Hospital Regional de Concepción y Departamento de Salud Pública de la Universidad de Concepción, Marta Werner, coincide en que las cuarentenas ayudan a reducir los niveles de movilidad en una ciudad y la probabilidad de contagios en un momento determinado. Sin embargo, a lo largo del tiempo han demostrado ser poco eficaces e insostenibles. ‘Vemos que los casos tendieron a disminuir, pero luego volvieron a aumentar a valores superiores a los previos de la instauración de la cuarentena, hubo un rebote, donde uno se da cuenta que la medida, a través del tiempo, no termina siendo lo efectiva que uno quisiera’, explicó.
La experta sostiene que existen otras estrategias que permite reducir el riesgo de contagios, como la creación de las denominadas ‘burbujas sociales’, que consisten en la definición del círculo cerrado de contactos con el cual una persona se relaciona diariamente y que le otorga cierta tranquilidad. ‘Tratar de evitar todo contacto con personas que forman parte externa de estas burbujas’, puntualizó la especialista. Trazabilidad y uso de mascarilla Lamentablemente, coinciden expertos, independiente de las restricciones que puedan comenzar a regir durante el verano, mientras no exista una vacuna a disposición de todos, dos son los caminos que debe seguir la población y la autoridad de salud.
Mantener las medidas preventivas, en especial, el uso de mascarillas y evitar reuniones sociales masivas, además de fortalecer el sistema de trazabilidad, algo que se debió realizar desde un comienzo, pero que las autoridades de salud no hicieron, puesto que priorizaron la compra de ventiladores, disponiendo del reacomodo de camas hospitalarias, medidas acertadas pero que correspondían a otras fases en el tiempo. ‘Creo que el no haber implementado inicialmente de manera contundente la única estrategia que puede controlar una pandemia, que es la trazabilidad, nos jugó en contra.
En el sentido de que nos hemos ido enfrentando cada vez situaciones más críticas, y en la medida que hay más casos activos con un sistema de trazabilidad no bien implementado, se ha hecho más complejo poder trazar a todos los contactos estrechos. Sumado a eso, que no tenemos un buen sistema de control o fiscalización, más bien, de las medidas de restricción de movilidad que se implementan’, sostuvo la epidemióloga y jefa de la carrera de Medicina de la Universidad de Concepción, Ana María Moraga. Señales de las autoridades Otra tarea pendiente son las señales que envían las autoridades a la población.
‘Hay factores que tienen que ver con las decisiones individuales y con los comportamientos de la población, que a raíz de mensajes, que probablemente no han sido los más acertados de parte de la autoridad, ha habido confusión. Una sensación de que localmente en Ñuble o en Biobío estamos en un menor riesgo, cuando eso es lo que sucedió en la Región Metropolitana al menos actualmente’, criticó.
En opinión de la epidemiológica y académica del departamento Salud Pública de la Universidad de Talca, Loreto Núñez, ‘se fueron perdiendo tiempos valiosos al inicio de poder hacer este control, y ahora la propagación del virus es comunitario. Entonces, poder parar eso no será fácil y lo estamos viendo. Hay estas políticas de apertura que se abre un poco y después vemos las consecuencias de esa apertura, y con este tipo de virus mientras más movilidad hay la posibilidad de propagar los casos va aumentar’, enfatizó.
Fuente: La Discusión