16 Abril 20

El proyecto de hospitalización domiciliaria que busca descongestionar los hospitales

Durante los próximos meses, producto del coronavirus y de enfermedades respiratorias, se espera una gran demanda de camas hospitalarias del sistema de salud en Chile.

La situación actual del país es de 2,14 camas por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de los países OCDE, los que cuentan con 4,68 camas por cada 1.000 habitantes, según cifras de la OMS. A ello se suma que, en promedio, 674 pacientes esperan una cama para recibir tratamiento, de acuerdo al Informe Minsal 2017, cifra que puede alcanzar los 1.000 pacientes en espera en los meses de invierno.
Ante este panorama es que la hospitalización domiciliaria aparece como una solución eficaz ante la demanda y escasez de camas en los recintos de atención de salud pública. Se trata de una alternativa a la hospitalización tradicional que cuenta con los mismos cuidados tanto en calidad como en cantidad por parte del centro hospitalario, y que viene implementándose en Chile desde hace varios años en el sistema público.

Sin embargo, pocas herramientas de gestión han sido incorporadas para la operación y planificación de la hospitalización domiciliaria.
En este sentido, desde noviembre de 2019, Eduardo Álvarez, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería y académico de la Universidad de Talca, en conjunto la doctora Marjorie Treuer y Vicente Hevia, de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital San Juan de Dios (HSJD) y el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, comenzaron trabajar en una herramienta de gestión que permite optimizar la conformación de equipos de profesionales de salud y agenda de visitas domiciliarias.

De esta forma, se podrá liberar camas y recursos clínicos del HSJD para ser destinados a pacientes que deban permanecer hospitalizados, disminuyendo así los tiempos de espera por hospitalización, facilitando que los pacientes de menor complejidad sean atendidos en sus domicilios, reduciendo además su exposición a infecciones intrahospitalarias. Esto último resulta especialmente importante en grupos de riesgo como adultos mayores.

Al respecto, Álvarez reconoció que esta herramienta desarrollada desde ISCI comenzó con un objetivo muy académico. Sin embargo, junto al equipo comprobaron que esta herramienta tenía un potencial aplicado.
Los resultados del prototipo son alentadores. Entre otros resultados, el equipo clínico podría reducir hasta en un 30% el tiempo total de traslado entre visitas, lo que aumenta el número de pacientes que pueden ser visitados. Además, la herramienta permite asignar equipos y definir agendas de visitas en tan sólo minutos; normalmente esto sería realizado por personal sanitario del hospital y es una actividad que podría tomar hasta cinco horas al día de hacerlo en forma manual.

Marjorie Treuer, encargada de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del HSJD, señala que “es importante señalar que si esto funciona, se podrían beneficiar todos los recintos hospitalarios que cuenten, o implementen hospitalización domiciliaria en Chile”.

Y precisamente, en el contexto del Covid-19, el equipo del ISCI está trabajando en adaptar la herramienta, de ahí su nombre VIDHA (coVID en el HogAr). Esto, porque la idea es atender en sus domicilios a pacientes contagiados de complejidad menor, lo que permitiría descongestionar recintos hospitalarios, los cuales estarán sometidos a fuertes presiones a medida que la pandemia se expanda.

La experiencia internacional en esta materia ha demostrado un ahorro significativo de recursos. En España, la hospitalización domiciliaria representa un 81% de ahorro respecto a los costos de un paciente institucionalizado según estudios, y se estima que el modelo de hospitalización domiciliaria de los recintos públicos en el país, sigan esta misma línea.

En ese sentido, se espera que VIDHA sea una herramienta de apoyo a la red de salud pública en tiempos de contingencia. El desafío es probar el proyecto para replicarlo en otros hospitales y así, mejorar el uso de los recursos y del equipo humano.

“Aún no llegamos a una situación altamente demandante por contagios y eso nos permite ir perfeccionando la herramienta para adaptar totalmente su funcionalidad a la atención tanto de pacientes Covid-19, como de pacientes de otras patologías”.

concluye Álvarez.

Fuente: Biobio.cl