Colegios: plantean que contagios se reducirían en 36% con aforos a la mitad
Si a esa medida se suma alternar semanalmente clases presenciales con remotas, bajarían en 64%. Adaptarse para poder reabrir los colegios es uno de los puntos que académicos de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile abordaron en una investigación sobre modalidades aplicables para reducir contagios en las aulas.
El análisis, que considera las condiciones mínimas del Ministerio de Educación y el de Salud para reabrir, simula basado en un escenario de cursos de 30 alumnos con clases presenciales. Con dicho contexto, concluye que si se reduce el aforo a la mitad de estudiantes, los contagios disminuyen en 36% respecto de lo que habría en el escenario inicial. Si además de bajar la cantidad se alternan las clases online y presenciales de manera semanal, las infecciones caen en 64%.
Si se opta por no reducir el aforo y se mantiene asistencia presencial todos los días, realizar un test de antígeno semanal a cada miembro de la comunidad escolar reduce los positivos en 34%. Si a eso se suma disminuir el aforo a la mitad, entonces la baja es de 58%.
Modelos
‘Aquí lo que hacemos es sumar más medidas, cápsulas, test, y alternar modelo de clases’, dice Susana Mondschein, investigadora del estudio, quien añade que ‘no consideramos la idea de cerrar el colegio, porque eso no hace nada comparativamente y con eso aumenta la incertidumbre educativa’.
El coautor Marcelo Olivares detalla que ‘si estás preocupado de cerrar el colegio, es mejor alternar las clases presenciales con online; es mejor que cerrarlo, que termina siendo más disruptivo’.
El experto agrega que ‘los colegios necesitan una guía de cómo poder operar. Yo creo que el protocolo deja claro qué hacer con un caso, pero no tanto cómo prevenir más allá de medidas de distanciamiento, limpieza o higiene; falta el cómo adaptarse’.
Para Carlos Díaz, presidente del Colegio de Profesores, es clave considerar la realidad de cada establecimiento, por lo que ‘correspondería generar mesas de trabajo para coordinarse y ponerse de acuerdo en cómo se va a producir la presencialidad, que debería ser además desde la cuarta fase (del plan ‘Paso a paso’)’.
El subsecretario de Educación, Jorge Poblete, plantea que los protocolos se hicieron en virtud de la realidad chilena y de la revisión de la experiencia internacional.
‘En general, los distintos países también han optado por entregar lineamientos más generales —como metros de distancia mínima— y no aforos, probablemente porque también se enfrentan a realidades diversas’, señala.
Si bien el estudio toma como base las condiciones mínimas sugeridas por el propio Ejecutivo, Poblete opina que ‘dictar normas rígidas desconociendo las características particulares sería inadecuado y quizás hasta dañino. La simulación matemática presentada, si bien puede ser interesante para fines de investigación, no cuenta con ningún componente que permita proyectarla a la realidad de Chile’.
Fuente: El Mercurio