11 Mayo 20

Cinco claves para entender la guerra de los datos

Peticiones de mayor transparencia, fricciones entre científicos, acusaciones cruzadas de tratar de usar la información con fines políticos. El debate por los números del covid-19 no cede. Aquí, las claves para entender por qué. Bárbara Vial y Patricia Cifuentes

1. Fuga en la Mesa de Datos

El sábado 2 de mayo se realizó la primera reunión de los integrantes de la Mesa de Datos sin la participación del Instituto Milenio Fundamento de Datos (IMFD). El jueves anterior, los académicos de ese departamento habían anunciado ‘congelar’ su participación en la instancia que lidera el ministro de Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, y que tiene como propósito poner a disposición de la comunidad científica información sobre el covid-19 para sus investigaciones. El IMFD acusó falta de datos. ‘Pareciera ser que la repercusión política que podría generar el hacer ciertos procesos auditables por la ciudadanía se antepone al objetivo fundamental de enfrentar la pandemia con las mejores herramientas de las que disponemos, llevándonos a tener a científicos, expertos y la ciudadanía sin poder contar con datos importantes’, argumentaron. En esta, los académicos, principalmente de la Universidad Católica, señalaron que ante el riesgo de que se publicara información individual de las personas, habían puesto a disposición del Gobierno un software para ‘anonimizar’ los datos sensibles de los pacientes y así poder trabajarlos de manera automática.

El retiro del IMFD se conversó el sábado 2 en la cita de la Mesa de Datos. El ministro Couve se habría referido brevemente a la situación y, según los presentes, todos concordaron en que las futuras diferencias se manifestarían en privado. Hay algo de malestar entre este grupo de expertos por la manera en que el IMFD reaccionó.

‘Nosotros como ISCI vamos a participar de cualquier instancia que ayude a avanzar en la contención de la crisis. En la Mesa de Datos, por supuesto que uno siempre quiere más información, pero los datos han ido avanzando, se han institucionalizado, y han permitido que diferentes centros de investigación conversen’, señala Leonardo Basso, director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería de la Universidad de Chile.

‘Necesitamos nuevos datos, pero no significa que uno se baje de la mesa’, agrega Loreto Bravo, directora del Instituto de Data Science de la UDD.

Si bien todos concuerdan en que siempre es mejor tener acceso a un número mayor de información, algunos aseguran que los modelos se están haciendo de todas maneras, y que ninguno ha tenido problemas en trabajar por falta de datos. ‘Los informes del Modelamiento Matemático han ido dando respuesta’, señala Alejandro Maas, director del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile. Otros, incluidos académicos de la UC, señalan que la decisión del IMFD respondió más bien a que no fue acogida su propuesta. Sin embargo, dicen estas mismas fuentes, la decena de propuestas que los miembros de la Mesa de Datos han presentado no significa que la autoridad tenga que recibirlas todas.

2. Discusión política

Este jueves, el Frente Amplio aseguró que veían con ‘extrema preocupación la falta de transparencia respecto a los datos entregados sobre la pandemia’. Ese mismo día, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, respondió que ‘se usa este concepto, como mantra político, de que el Gobierno está tratando de ocultar algo, y creo que eso es completamente falso’. Dicen en La Moneda que la discusión se ha mezclado entre los que de ‘buena intención’ piden más datos y quienes quieren hacer un punto político. No obstante, están atentos a la posición de Chile frente a otros países respecto a la transparencia (ver recuadro). Esta semana el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo que se haría un esfuerzo para facilitar el acceso a algunas series de datos que sean relevantes.

Uno de los entes críticos de los datos de La Moneda ha sido el centro de estudios Espacio Público, liderado por Eduardo Engel. Desde el Gobierno lo adjudican a comentarios ‘provenientes de la oposición’. En el oficialismo aseguran que esta busca un ‘nicho’ para hacerle frente al Gobierno, ‘y en ese contexto, Espacio Público no es un ente neutro’, agregan.

Engel, ingeniero civil de la U. de Chile y doctorado en Estadística de Stanford, se comunicó en abril con los ministros de Ciencia y del Interior, asegurando que las cifras que estaban informando no eran tales, porque había un cambio en la metodología. Esta semana, el centro de estudios publicó un informe, el cual comenzaba así: ‘Aunque ayer el ministro Mañalich volvió a tergiversar la cifra de la tasa de positividad de los exámenes insistiendo que se mantenía estable (..) siendo de las más altas desde que se reportan los test diarios, el cambio en el discurso nos da esperanzas de que ha comprendido en su gravedad la situación de la epidemia en el Gran Santiago’.

El exministro de Salud Emilio Santelices señala frente a esta discusión que ‘no hemos instalado con adecuada profundidad la cultura de la data pública como un insumo de buena toma de decisiones, y eso hace que el dato mal usado muchas veces se preste para generar discursos intencionados, y eso genera a veces de uno u otro actor conductas más proteccionistas en relación con los datos’.

Desde el Colegio Médico opinan que esto es un tema político. En su resumen ejecutivo del 5 de mayo, la institución gremial pidió que se dispusiera una base de datos individualizada, y asegura que ‘no existen razones técnicas, éticas o jurídicas para negar el acceso a esta información’. En Palacio sospechan de las intenciones de la presidenta de la entidad, Izkia Siches, pues le atribuyen una posible candidatura presidencial del Frente Amplio.

En tanto, otros apuntan al derecho de la ciudadanía a juzgar la toma de decisiones. ‘Entre más transparencia tiene un gobierno, más confianza tiene la población’, dice Ricardo Baeza-Yates, director de Ciencia de Datos de la Northeastern University. (Ver punto cinco).

3. La palabra es ‘Transparencia’

Los científicos que han sido críticos con la falta de disponibilidad de datos mencionan a México y Colombia (ver gráfico) como ejemplos de apertura. Entre los expertos hablan de la individualización de datos. Este concepto se refiere a que el Minsal disponga una base que cuente con la información de todos los pacientes con covid-19 quitando su nombre y RUT para resguardar la privacidad de las personas. Un tema en que no hay consenso. ‘Hemos tomado la data pública y construido indicadores relevantes para seguir la pista de la epidemia que nos han permitido sugerir sin dificultad importantes lineamientos de política pública local’, señala Paula Margozzini, académica del Departamento de Salud Pública de la UC.

Para los matemáticos e ingenieros el objetivo es elaborar modelos de predicción a fin de anteponerse a la realidad. Sin embargo, Alejandro Mass, director del Centro de Modelamiento Matemático de la U. de Chile, no cree ‘que vamos a cambiar el nivel de incertezas porque nos abran información acerca de los individuos; sin duda vamos a poder plantear otro tipo de modelo, pero el grado de incerteza siempre va a estar ahí’.

En cambio, otros son enfáticos en que la falta de información impide hacer análisis y tomar decisiones ‘hoy’. El director de Ciencia de Datos de la Northeastern University, señala: ‘Si yo quisiera calcular el tiempo promedio que las personas están enfermas, desde que se toman el test, o cuando informaron que tenían síntomas, hasta el día que realmente están recuperados, no lo podemos saber’. Son varios los epidemiólogos que, en privado, critican la forma de exigir de parte de los científicos ‘no médicos’. Aseguran que ‘estudiar una pandemia no es lo mismo que analizar los números del retail’. ‘Los modelos matemáticos son matemáticos, y las enfermedades no se comportan con regla de tres’, dice una epidemióloga exfuncionaria del Minsal.

Además, según los médicos, cuando se trabaja con información de paciente primero, se debe hacer un comité de ética y hay protocolos que seguir. En Chile, además, existe la Ley de Derechos y Deberes del Paciente y la Ley de Protección de Datos. Sin embargo, según la miembro del comité asesor del Minsal por covid-19 y jefa del doctorado de epidemiología de la UC, Catterina Ferreccio, no habría un problema ético. ‘Cuando no hay consentimiento informado, y se debe recopilar una información, uno va al comité de ética y le pide una excepción del consentimiento informado’. Según Ferreccio, el Ministerio de Salud tiene un comité que podría autorizarlo, por lo que ‘depende más del estilo de la autoridad de turno’.

Mientras que la Mesa de Datos y el Gobierno dicen que sí existe un riesgo en los pacientes. ‘Hoy día tienes datos de comunas muy chicas. En una comuna de 10 mil habitantes, ¿de qué manera dices que hay cuatro enfermos, porque son reconocibles?’, argumenta un académico de la Mesa de Datos.

4. La lucha por el reconocimiento

Más de algún académico reconoce que hay ‘vanidad’ entre los científicos y que varios buscan ser reconocidos como la persona que le apuntó a la predicción que hoy cientos de modeladores están haciendo.

Entre los académicos también ha habido rivalidades históricas que el Gobierno ha intentado tener equilibradas. Es así como esta semana incorporaron a la Mesa de Datos a dos académicos de la UC, luego que el IFMD haya congelado su participación en el grupo.

En privado, los académicos también comentan sobre el equipo de epidemiología del Minsal. Los especialistas aseguran que en el primer gobierno de Piñera el grupo, liderado por la actual miembro del consejo de expertos asesor Ximena Aguilera, abandonó el ministerio, por lo que desde ese momento la división de epidemiología ha tenido mucha rotación de expertos. Sumado a eso, dicen exfuncionarios de gobierno, algunos miembros ‘históricos’ del Ministerio de Salud también critican el trabajo de las nuevas generaciones.

Roces y diferencias que también habría al interior de la Sociedad de Epidemiología. Un académico señala que existe un ‘conflicto de interés político tremendo’ luego que se decidiera enviar nota al Gobierno asegurando que era ‘sumamente grave que el Minsal siga reportando ante la OMS de Naciones Unidas solo los casos sintomáticos y no la totalidad de las personas contagiadas’.

5. Evolución de la Mesa de Datos

Los científicos liderados por Couve aseguran que se ha hecho un esfuerzo por ampliar la data. En un informe del 6 de mayo de la Mesa de Datos, al que tuvo acceso ‘El Mercurio’, se señala que desde el 7 de abril se han incorporado 13 ‘dataproducts’, es decir, un grupo de base de datos que aborda, por ejemplo, casos totales por nivel de comuna que se publica dos veces a la semana en el informe de epidemiología. No obstante, este mismo informe reconoce que ‘si bien se observan brechas y oportunidades de mejora, por ejemplo en el área de datos anonimizados o con mayor desagregación, también se reconoce la necesidad de un debate amplio respecto a la utilización de datos personales’.

Por otro lado, la mesa ha incorporado a miembros del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Con esto, explican integrantes de la mesa, a través de las conexiones a las antenas se puede entender cómo se mueven los grupos de personas. Es por eso, dicen, que se está conversando con las compañías telefónicas para poner a disposición los datos correspondientes.

Por último, ante las críticas que ha recibido el Gobierno, en el informe destacan que ‘la Base de Datos Covid-19 es utilizada por más de 200 grupos que descargan a diario y más de 10 grupos que están generando soluciones’.

Fuente: El Mercurio