08 Abril 24

Con uso de “pop-ups” reducen emisión de licencias médicas

Innovador. Los investigadores analizaron la base de datos de Fonasa y crearon advertencias digitales para profesionales de la salud.

Una innovadora investigación realizada por los académicos Pablo Celhay y Nicolás Figueroa, del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI, que cuenta con el respaldo de las universidades de Chile y Católica, entre otras), ha dado un importante paso hacia la optimización del sistema de salud chileno, logrando una notable reducción en la emisión de licencias médicas. A través del análisis de los datos de Fonasa, este estudio identificó dos tendencias: una significativa variabilidad en los días de licencia prescritos para patologías similares y la existencia de un mercado de emisión de licencias con prácticas cuestionables. Durante los últimos dos años, Celhay y Figueroa analizaron una intervención experimental implementada por Fonasa que, mediante el uso de advertencias ‘pop-up’ en el sistema electrónico de licencias médicas, logró disminuir en un 20% la emisión de licencias por parte de un grupo específico de médicos.

Este logro se traduce en un ahorro potencial de hasta US$100 millones anuales para Fonasa. ‘Lo interesante de nuestro análisis es que es una intervención blanda, sin amenazas de ningún tipo, pero con un mensaje que le demuestra al emisor que su comportamiento no está pasando inadvertido en el sistema. Luego de 12 meses observamos que, en el caso del primer mensaje, hay una disminución de un 12% de estos permisos temporales, y en el caso del segundo mensaje, se traduce en un 20% de reducción de emisiones. Bastó mandar esos mensajes para generar un cambio en la conducta en estos doctores’, explica Celhay. La investigación, que se inició en 2020 gracias a un convenio con Fonasa, surge en un contexto donde el 80% de la población chilena está afiliada a este fondo de salud y donde el sistema enfrenta desafíos críticos debido a la creciente demanda de licencias médicas, que superaron los nueve millones en 2022.

‘Esta cifra es muy significativa, ya que, de lo recaudado por Fonsaa, alrededor de la mitad de las cotizaciones recibidas se destina a pagar licencias médicas. La disminución de licencias injustificadas permite redirigir esos recursos a otras áreas del sistema, como la cobertura de las prestaciones de sus afiliados’, añade Figueroa. En palabras de Figueroa: ‘Hace un par de años se presentó una querella contra los médicos sospechosos de entregar licencias injustificadas y les impidió emitirlas por unos meses. Esa fue una medida mucho más dura, que logró resultados similares a los que obtuvimos nosotros de una forma menos agresiva, sin la necesidad de acciones judiciales’.

‘Sentimos que hay preguntas que falta responder. ¿Qué sucede con los pacientes que buscan proveedores de licencias cuando ese médico cambia su comportamiento a partir de la intervención experimental? La lógica nos lleva a pensar que aparecerán nuevos proveedores, por lo que nos interesaría trabajar en nuevas intervenciones que incluyan a este perfil de pacientes. Cuando tú intervienes un solo lado del mercado, donde los demandantes son los pacientes y los oferentes los médicos que emiten muchas licencias, no necesariamente generas una baja que se mantenga en el tiempo. Nos preguntamos, también, por cuánto tiempo dura el efecto de estas intervenciones en los profesionales de la salud y si reinciden en su comportamiento, y, por último, qué se necesita para complementar esta medida y que permita cambios a largo plazo en el mercado de la salud’, concluye Celhay.

Fuente: Publimetro