Con inteligencia artificial logran detectar daños en la retina de manera temprana
A partir de más de dos mil imágenes de referencia, el programa hace un diagnóstico para determinar el tratamiento a seguir. Este proyecto piloto espera hacer más eficiente la atención médica y reducir las listas de espera en las consultas oftalmológicas.
De los padecimientos de la vista, el más común es la degeneración macular asociada a las edades avanzadas, cuya prevalencia mundial es de un 8,7%. Los países que avanzan hacia poblaciones mayores se enfrentan con un problema de salud pública para tratar la discapacidad visual y ceguera. Por eso, académicos de la U. de los Andes y la U. de Chile se unieron para generar un sistema con inteligencia artificial que detecte de manera temprana daños en la retina, para proporcionar el tratamiento debido e incluso prevenir la degeneración y pérdida total de la vista.
‘Tratamos de ayudar a los oftalmólogos a hacer más eficiente su proceso’, comenta Carla Vairetti, académica de la U. de los Andes y miembro del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI). La ingeniera remarca que en el país los especialistas de esa área son muy pocos para tratar al gran número de pacientes con problemas oculares.
Estas enfermedades empiezan a manifestarse en los mayores de 55 años, y se acrecientan por factores de riesgo como tabaquismo, hipertensión y el historial familiar, asegura Vairetti.
Agrega que la lista de espera vigente en las consultas oftalmológicas nacionales supera las 3 mil personas. Con un sistema de filtro, como el que están perfeccionando, se podría acelerar el proceso de descarte de patologías, o de pacientes que se hacen controles de forma periódica, evitando que asistan a citas si no es urgente. El objetivo es priorizar la atención de las personas que tengan estos problemas más agravados.
Para desarrollar el proyecto se etiquetó dos mil imágenes en laboratorio, específicamente tomografías de coherencia óptica y reflectancia infrarroja, para armar una base de datos. Estas tomas fueron estudiadas por los especialistas, quienes acertaron en un 93,5% en la predicción de estas imágenes. De ese porcentaje, acertaron un 100% en detectar los ojos que no presentaron ningún daño y 88% en los que sí, datos que luego fueron ingresados a un software con inteligencia artificial. Este sería capaz de igualar el porcentaje de efectividad de la predicción de los especialistas.
Los investigadores siguen trabajando en una prueba de concepto que consiste en comparar los diagnósticos entregados por los médicos con los entregados por la máquina, para definir así los detalles del método que se usa para detectar daños retinales.
‘Lo que estamos perfeccionando ahora es interpretar lo que hace el programa. Es decir, qué punto preciso de la imagen toma como referencia para dar su diagnóstico. La IA puede tomar decisiones, pero no se sabe muy bien porqué decide ciertas cosas’, comenta Sebastián Maldonado, profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y miembro del ISCI.
El programa, llamado ‘Deep Eyes’, se encuentra en los servidores internos de las universidades y centros de investigación participantes. La idea es que en el futuro pueda ser implementado a todas las consultas oftalmológicas.
Fuente: El Mercurio
Por: Simón Vilches