Carabineros espera cubrir intersecciones de mayor complejidad sin semáforos

La ausencia de señalética provoca aún más problemas para el traslado fluido dentro de la ciudad, a este respecto el investigador ISCI Franco Basso, comentó a El Mercurio que los semáforos juegan un rol no sólo en términos de velocidad de los viajes, sino que también de seguridad, principalmente para los peatones.

De los 600 aparatos que presentan problemas, cerca de 90 controlan un alto tránsito vehicular y algunos requerirían presencia policial. Por ejemplo, Vicuña Mackenna con Alameda, Vicuña Mackenna con Bilbao y Alameda con San Martín.

La Intendencia Metropolitana entregó en la víspera un balance de daños en la región. Según su catastro, hay 6.246 señaléticas, 103 paraderos de buses y 600 semáforos dañados tras dos semanas de manifestaciones.

Terminado el largo fin de semana, hoy se proyectan muchas dificultades para desplazarse en la ciudad de Santiago: el transporte público aún no está completamente operativo y la ausencia de señalética entorpecería el tránsito.

—¿Cómo se enfrenta ese escenario?

—Efectivamente, hay un catastro que indica que son 600 intersecciones semaforizadas, de las cuales 90 son de alto tránsito, y es por eso que también nuestros planes han considerado cubrir aquellos lugares que son de mayor complejidad para la movilidad de la Región Metropolitana.

Fue la respuesta del jefe de Operaciones de la Zona Tránsito, Carreteras y Seguridad Vial, el coronel José Luis Ojeda.

Entre los cruces o puntos que la institución policial califica de ‘complejos’ están, por ejemplo, Vicuña Mackenna con Alameda, Vicuña Mackenna con Bilbao y Alameda con San Martín.

‘A partir de las 5:00 de la mañana, nuestro personal va a estar dispuesto en aquellos lugares (críticos). Particularmente, en el sector central y en aquellos lugares que estimamos que evidentemente necesitan mayor presencia de carabineros’, puntualizó el coronel Ojeda.

Dañados, quebrados o arrancados

‘El Mercurio’ realizó un recorrido por diversos puntos de la capital, como Plaza Baquedano, calles aledañas, el sector céntrico y algunas comunas como Maipú.

Entre el edificio de la Telefónica y unas cuadras más abajo del metro Los Héroes, hacia el poniente, prácticamente no hay semáforos.

Dañados, quebrados en la mitad, arrancados… La característica del destrozo varía, pero el resultado es el mismo: no funcionan.

El barrio Lastarria perdió el suyo en su ingreso por Alameda y el barrio Bellas Artes, con el que colinda, aquellos que estaban instalados en José Miguel de Barra con Monjitas y con Merced.

Solo vuelven en la siguiente comuna, Estación Central, donde si bien frente al centro comercial Persa Estación falta uno, los restantes en el cruce se encuentran operativos.

En la Plaza de Maipú y sus inmediaciones —otro de los puntos que han sido foco de manifestaciones, aunque conserva parte importante de su señalética— se perdieron los semáforos de una intersección relevante y de alto tránsito vehicular: avenida Los Pajaritos con 5 de Abril.

Ajuste a plan de contingencia

Sobre cuántos carabineros se destinarían a servicios de tránsito, el coronel Ojeda explicó ayer que ‘hay un plan de contingencia que se está modificando. Considerando la cantidad de actividades que están proyectadas (para hoy), son grandes, que van a demandar mucho personal’.

Cada día un convocante distinto llama a una nueva manifestación. Ayer fueron diversas organizaciones de ciclistas que iniciaron su pedaleo en Plaza Italia y avanzaron hacia el oriente. El destino era la residencia del Presidente Piñera (ver C 7).

El jefe policial, sin embargo, aseguró que ‘vamos a tener el personal necesario y suficiente para absorber la demanda y permitir la movilidad de los usuarios en la ciudad’.

Llamado a informarse de eventuales desvíos

Para hoy se esperan nuevas manifestaciones y para el miércoles, otra protesta del movimiento ‘No+Tag’. Sobre esta última, Ojeda expresó:

‘Se está coordinando con los organizadores de estas manifestaciones con el objeto de generar el menor impacto respecto de la movilidad de los usuarios’.

‘Por eso —dijo el coronel— el llamado es también a las personas a informarse adecuadamente a través de todas las plataformas (institucionales), la radio de Carabineros’, por ejemplo. Ello, para enterarse de eventuales desvíos, cortes de tránsito y otras situaciones imprevistas que pudieran ocurrir durante la jornada.

Hasta $40 millones puede costar el arreglo de un cruce semaforizado

El impacto en el transporte por los destrozos que los grupos violentistas han provocado en Santiago es evidente. No solo las líneas del metro han resultado afectadas, pues cientos de señaléticas y semáforos han sido destrozados, lo que ha generado complicaciones y lentitud en el desplazamiento durante los últimos días.

El caso de los semáforos es de especial preocupación, ya que más de un centenar se encuentra fuera de servicio de un total de 3.000.

Según Franco Basso, investigador de la U. Diego Portales, ‘la estructura de un semáforo no es tan cara, puede costar cerca de un millón de pesos, sin embargo, lo que ocurre normalmente es que no se saca solamente el semáforo, sino que se dañan estructuras y sistemas asociados’. Añade que ‘en esos casos, el costo puede aumentar mucho, incluso a los $30 millones o $40 millones para una intersección’.

Gerardo Ureta, académico de Ingeniería de la U. Mayor, explica que ‘es muy difícil la sincronización entre todos los semáforos. Instalarlos es un proceso que no es rápido, y como ha habido tanta destrucción de ellos, después reponerlos no es simple’. Además, afirma que ‘ahora muchas personas van a empezar a cambiar sus comportamiento sin el metro y se van a abrir nuevas rutas, nuevos puntos de congestión donde la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) tiene que estar atenta para hacer modificaciones de los tiempos de espera en los semáforos’.

Sin embargo, Basso considera que la lentitud para reponerlos se debe a que ‘las autoridades están esperando a que las manifestaciones mengüen un poco, porque si vamos a gastar $40 millones y esto va a ser vandalizado a los pocos días, es una inversión que tiene muchos riesgos’. Aunque advierte que ‘esa manera de pensar es peligrosa, porque los semáforos juegan un rol no solo en términos de velocidad de los viajes, sino que también de seguridad, principalmente para los peatones’.

Fuente: El Mercurio