Muertes por accidentes de tránsito llegan a su mayor número en diez años
Fundación Emilia dice no ser capaz ‘de cubrir toda la demanda de atención psicológica’ requerida producto del alza.
Desde su creación, en 2014, Fundación Emilia ha asistido a más de 6.420 víctimas de siniestros viales, entregándoles ayuda psicológica y asesoría jurídica de forma gratuita. Hoy señala que producto de un aumento considerable de muertes en siniestros viales, no da abasto para suplir el auxilio requerido por las víctimas.
Su presidenta, Carolina Figueroa, comenta que anteriormente tenían ‘un ingreso promedio de 276 casos anuales, y eso se nos ha duplicado durante este año’. Agrega que entregan ‘atención psicológica individual y gratuita para la víctima, que tiene un promedio de 5 a 10 sesiones, y cada sesión tiene un costo promedio de $25 mil, que cubrimos como fundación’. Y asevera que ‘estamos en un punto crítico porque no somos capaces de cubrir toda la demanda de atención psicológica que nos llega por casos no solo ligados a alcohol, sino a la velocidad’.
La fundación expone que, solo en el primer semestre de 2022, murieron 925 personas por siniestros viales, lo que representa un incremento de 23% con respecto al acumulado a igual fecha del año anterior. Y si a la cifra del primer semestre de este año se le incluye la de julio, los fallecimientos en las primeras 24 horas causados por este tipo de percances ascienden a 1.062, el mayor número entre enero y julio desde que tienen registro (ver infografía).
Alejandro Torres, director de la Escuela de Ingeniería de la U. Central, plantea que existen ‘algunas situaciones que podrían haber ocasionado el deterioro en las capacidades para conducir, como la flexibilización en los requisitos para obtener la licencia de conducir, extensión del plazo de validez de la licencia (es decir, personas conduciendo con licencia vencida), y la disminución del respeto a las autoridades fiscalizadoras’.
También resalta como posible factor ‘el deterioro en la salud mental, que de alguna u otra forma hemos sufrido producto de los dos años de cuarentena, la vuelta a la presencialidad, la situación social y económica a nivel mundial, entre otras’.
Franco Basso, académico de Ingeniería U. Católica de Valparaíso, indica que ‘las principales razones, sin lugar a dudas, tienen que ver con la cantidad de vehículos que están circulando. Existe una correlación muy alta, muy comprobada, entre la cantidad de vehículos que circulan, el flujo, y la cantidad de siniestros viales’, y que ‘con el fin de la pandemia ha habido mucha gente nueva que se sumó al parque automotor’ que no necesariamente es experimentada. También concuerda con Torres en que el estado de la salud mental es un factor.
Figueroa comenta que ‘con (la aplicación) DiDi estamos haciendo un llamado a que la sociedad nos ayude a hacernos cargo de esta problemática. Los pasajeros van a tener la oportunidad, al terminar un viaje, de acceder al sitio de la fundación y donar’, al hacer clic en una notificación que recibirán en su teléfono.
Fuente: El Mercurio