Licitaciones de futuras líneas 8 y 9 fueron declaradas desiertas en medio de crisis social
En nota de El Mercurio se destaca que se prioriza la reconstrucción de las otras líneas, sumándose la información entregada por el investigador ISCI Ronald Fischer, que comentó “las prioridad está en otra cosa, al igual que las inversiones”
Según la empresa, los proyectos han debido recalendarizarse porque los equipos que trabajaban en estos están enfocados en la reconstrucción, y para mejorar los estándares de diseño.Fue en la Cuenta Pública de 2018 que el Presidente Sebastián Piñera anunció dos proyectos para expandir el metro: la Línea 8, entre Santiago y La Pintana, y la 9, de Providencia a Puente Alto. Así, el año pasado, la empresa estatal continuó el desarrollo de la ya planificada Línea 7, con la tramitación ambiental, y, en paralelo, comenzó algunas de las licitaciones para las iniciativas dadas a conocer por el mandatario.
Sin embargo, la crisis social ha modificado las planificaciones. Y es que los ataques que sufrió el metro el 18 y 19 de octubre provocaron graves pérdidas económicas para la compañía (cerca de US$ 376 millones) y el comienzo de las labores de reconstrucción que se extienden hasta hoy, ya que las estaciones más dañadas podrían reabrir sus puertas recién a fines de año.
Pero la coyuntura ha impactado también los proyectos de más largo alcance: según Metro, son siete las licitaciones para el desarrollo de las líneas 8 y 9 que fueron declaradas desiertas; cuatro de ellas entre noviembre pasado y febrero de este año.
Postergación
De acuerdo con la empresa, son tres los desafíos en los que hoy está focalizada: el primero es la operación diaria; el segundo, la reconstrucción de las estaciones afectadas; y el tercero, ‘avanzar en la ejecución de los proyectos de expansión de la red’.
Así lo explica: ‘Ha sido necesario ajustar el calendario de los proyectos de las nuevas líneas, ya que los equipos de Metro que estaban abocados en ellos han debido enfocarse en recuperar las estaciones dañadas y porque, en el nuevo contexto de la ciudad, se hace necesario redefinir algunos estándares’.
De esta forma, los plazos se han modificado. La Línea 7, que debería haber estado lista en 2027, se retrasó un año, mientras que en el caso de las 8 y 9, que se proyectaban entre 2027 y 2028, ‘aún se está redefiniendo el calendario de sus distintas etapas’, asegura la compañía. Añade que para esto han estado en contacto con la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda y con el Ministerio de Desarrollo Social.
Impacto
Patricia Galilea, académica de Ingeniería de la Universidad Católica, plantea que la empresa ‘tiene que lograr reparar la red lo antes posible, porque es vital para el funcionamiento de la ciudad. Entonces, si la elección es entre líneas nuevas o reparar lo ya existente, tiene prioridad lo último, porque hay estaciones cruciales, como combinaciones, otras que son cocheras y otras que están en comunas que hoy se encuentran aisladas’.
Mientras, Ronald Fischer, profesor de Ingeniería de la Universidad de Chile, puntualiza que ‘se están postergando proyectos porque la prioridad está en otra cosa, al igual que las inversiones. Los recursos se complican porque hay que gastar plata en una cantidad de cosas que no estaban consideradas en la planificación original’.
Para Ariel López, investigador de Núcleo de Movilidades y Territorios (Movyt), aunque la crisis tiene un efecto económico y de recursos humanos, la recalendarización también podría relacionarse con ‘reflexiones en la construcción de esas líneas y el costo que significan, su real necesidad. Más si se considera que esos costos inciden también en las alzas del pasaje’.
En ese sentido, añade que ‘en la condición de crisis del sistema tarifario, con el valor congelado, si seguimos haciendo líneas, el costo puede ser muy alto’.
Fuente: El Mercurio