Expertos piden dejar la restricción en el congelador
Capos en transporte y hasta municipios, recomiendan frenar la medida por este año, para evitar que las personas que dejen de usar su auto se traspasen al transporte público y se pierda aún más la distancia social.
El día de ayer partió el nuevo calendario de restricción vehicular, una de las patitas del plan de descontaminación de la capital, que para varios especialistas, debería ser chantado en seco este año por una razón muy simple: evitar que esas personas se traspasen al transporte público y se achoclonen en micros y Metro, todo lo que precisamente no debiese pasar en un contexto de distanciamiento social por el virus.
Franco Basso, Doctor en Transportes y Logística, y académico de la Universidad Católica de Valparaíso, reconoce que la restricción vehicular en un año normal es totalmente necesaria, sin embargo, hoy el contexto sanitario requiere todo lo contrario.
‘Según datos del Ministerio de Transportes, 220 mil autos deberían dejar de circular diariamente con la restricción. Considerando una utilización promedio de 1,5 personas por vehículo, y que cada una de estas personas hace 2,5 viajes por día en transporte público, nos da que se podría tener hasta 800 mil nuevos viajes al día por gente que tiene que dejar su automóvil’, explicó a La Cuarta.
‘Esto implica que veríamos cargada hasta en un 13% la cantidad de personas que utilizarían el transporte público. El problema es que se aumenta el hacinamiento lo que para los epidemiólogos es un factor de contagio. Estamos aportando mayor presión al transporte público y eso en definitiva juega en contra’, aseguró.
En relación a la disminución de contaminación que genera la restricción, Basso indica que ‘sin lugar a dudas hay dos objetivos contrapuestos (…) En ese sentido parece más riesgoso tener mucha gente utilizando el transporte público que lo que eventualmente se puede evitar con esos autos en casa sin contaminar’.
Algo similar piensa la Asociación Chilena de Municipalidades. El presidente de la Comisión de Transporte de esta organización, Carlos Soto, señaló que la restricción ‘es una medida que camina en el sentido contrario del distanciamiento social que deben mantener los ciudadanos para prevenir el contagio. Obligar a los ciudadanos a bajarse de sus autos para tomar el transporte público, provocará una mayor crisis en el transporte público’.
Otras medidas. Crescente Urrutia Director de la Escuela de Transporte y Tránsito de la UTEM, explicó a La Cuarta que eliminar la restricción ‘no sería una buena medida, ya que tiene por objetivo mejorar la calidad del aire en esta época del año. Para tratar de evitar posibles aglomeraciones en el transporte público, la autoridad debe coordinar con los operadores, adecuando las frecuencias de los servicios de acuerdo con las necesidades de la demanda, y que los usuarios respeten las indicaciones que se han dado’.
‘Hay que tratar de buscar el equilibrio’
Ignacio Silva, infectólogo de la Usach, reconoce que ‘la contaminación de estos meses fríos es un factor más que ayuda o que aporta a la descompensación de enfermedades respiratorias crónicas como el asma, y por lo tanto disminuir los índices de contaminación es una disposición más que se suma a las medidas de prevención de enfermedades respiratorias infecciosas’. En ese sentido explica que ‘hay que tratar de buscar el equilibrio entre disminuir la contaminación ambiental de los vehículos de uso particular e intentar no colapsar la locomoción colectiva’.
Silva recalca que todo esto ‘tiene que ir de la mano de una campaña a nivel de Gobierno de privilegiar el uso compartido de vehículos particulares, de generar, por ejemplo, una aplicación que se usa en otros países en que una persona va en su auto particular y se suman otras como una especie de viaje compartido’.
Fuente: La Cuarta