Expertos investigan cómo limitar los efectos del cambio climático en el sector energético
En nota para Diario Financiero, el investigador ISCI Francisco Muñoz, habló del trabajo que está realizando junto a otros expertos sobre cómo limitar los efectos del cambio climático en el sector energético, dado que es el principal sector responsable de las emisiones a nivel global.
Académicos de la UAI tendrán tres años para caracterizar los riesgos actuales y futuros y generar modelos para evitar que aluviones, inundaciones u otros, acaben con proyectos de energía.
Según un informe elaborado por Carbon Tracker en 2018, si las firmas energéticas siguen tomando decisiones en base a las políticas de emisiones actuales y no a las necesarias para limitar el calentamiento global a 2 grados celsius, en 2025 habrá US$ 1,6 trillones en activos energéticos en riesgo en el mundo.
Chile no está ajeno a este escenario. Un grupo de seis investigadores de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) se adjudicó un fondo de $ 450 millones del Anillo de Ciencia y Tecnología de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), para estudiar el tema por tres años.
El proyecto tiene tres objetivos centrales: cuantificar las incertidumbres y caracterizar los riesgos actuales y futuros; desarrollar modelos para apoyar la toma de decisiones; y reconsiderar el diseño de mercados de energía y su regulación en el contexto de cambio climático.
Tres aristas que abordarán a través de la ingeniería aplicada, usando herramientas de análisis de toma de decisiones, optimización, programación, teoría de juegos, diseño de mercados y organización industrial.
El académico líder de la investigación, Francisco Muñoz, explica que la adaptación al cambio climático “ya no es un tema de activismo”, y que se está abordando a nivel de ministerios de Hacienda en el mundo. En Chile, los académicos están trabajando con el Ministerio de Energía, la Asociación de Empresas Eléctricas (EEAG) y consultoras del sector energético tanto nacionales como extranjeras.
El principal sector responsable de las emisiones a nivel global es el energético. Por esta razón, los gobiernos que están comprometidos por reducir las emisiones han anunciado planes de transición energética, que implican pasar de una economía basada en carbón a una carbono neutral, es decir con menos emisiones.
“Lo que los reguladores están tratando de hacer es pensar cómo tenemos que posicionar nuestros activos y políticas de manera que esta transición genere los menores riesgos y pérdidas posibles, que sea lo menos dolorosa posible”, afirma. Hay escenarios, explica Muñoz, en los que “si no logramos descarbonizar los sistemas -no sólo energéticos, la economía completa-, vamos a tener que lidiar en el futuro con riesgos físicos tremendos”.
Riesgos físicos y financieros
Algunos de estos fenómenos podrían ser mayor frecuencia de sequías extremas, de huracanes, de nieve, situaciones que ya se están produciendo. Pero según Muñoz, hay riesgos menos evidentes que los llamados físicos -los financieros- que se pueden producir a partir de descarbonizar la economía completa rápidamente.
“Puedes mandar a la quiebra a casi la mitad de la economía por hacer lo que hay que hacer. Cualquier posible escenario implica dolores de cabeza, de una u otra forma vas a tener riesgos grandes”.
Afirma Muñoz
Si bien la quiebra es “un extremo”, precisa, el riesgo para muchas empresas es que algunos de sus activos pierdan valor, o queden obsoletos. “Con tantos riesgos surge la pregunta de si será necesario que existan más coberturas financieras, como seguros, por ejemplo”.
Lo que está ocurriendo en algunos lugares del mundo, según el experto, es que las empresas de seguros ya no aseguran firmas contra fenómenos producidos por el cambio climático.
“Si estas coberturas financieras no existen, los únicos agentes que pueden invertir son los que no necesitan pedir financiamiento, son empresas que tienen grandes capitales y toman el riesgo”, plantea Muñoz, y agrega que esto conlleva a problemas como la concentración, ya que no todos podrían invertir y eso podría reducir la competencia.
Por lo tanto, el grupo investigador está estableciendo lazos con la industria financiera, para entender mejor cómo ven ellos los riesgos y poder trabajar desde ese punto de partida.
Si bien el proyecto en particular está inspirado en lo que ocurre en Chile, los riesgos son globales. Por lo tanto, están trabajando con investigadores de California, Nueva Zelanda y Europa. Además, comenta que resolver un problema en conjunto, puede traer beneficios como reducir costos significativamente.
Muñoz adelanta que les gustaría expandir el espectro de los temas, aplicando los modelos creados a otros sectores productivos. “Este mismo proyecto se podría formular para el área del agro y es lo mismo, van a tener el mismo problema”, dice.
Fuente: Diario Financiero