“El cerebro no se la puede con todo”: Científicos chilenos descubren cuáles son las señales de tránsito más efectivas
Un estudio realizado por académicos del Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI) y el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), contribuyó con datos para el diseño de estrategias que permitan prevenir choques, el 80% de los cuales ocurren por descuidos.
Un estudio realizado como parte de un proyecto para detectar el riesgo de accidente y adoptar medidas preventivas en las autopistas chilenas, exploró la respuesta de 30 conductores ante la entrega de información a través de la señalética de tránsito. Sus conclusiones arrojaron como resultado que el mecanismo más eficaz para generar alertas preventivas es el de pantallas parpadeantes y a través de frases cortas o simbología. Cuatro de cada cinco accidentes ocurren por descuidos o pérdida de atención por parte de las personas que están detrás del volante.
Los científicos a cargo del reporte buscan fortalecer los niveles de atención en ruta, especialmente cuando las condiciones son de alto riesgo. “Conducir es una tarea de alta demanda atencional”, explicó el Dr. Pedro Maldonado, investigador del Instituto de Neurociencia Biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (BNI), entidad que colaboró con el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), también del mismo plantel, en el reporte.
“Hay muchas cosas que el conductor debe considerar. No es solo manejar bien, sino navegar. Efectivamente esto es un desafío para el cerebro, y el problema es que no está diseñado para hacer ambas tareas en simultáneo. Cuando uno navega tiene que prestar atención al GPS, el letrero de salida, etc. y cuando maneja tiene que mirar los autos, la distancia, la velocidad”.
El neurocientífico enfatizó que el cerebro “no se la puede con todo” y que la capacidad de “multiplexear” o hacer muchas tareas a la vez es más bien un mito. Por el contrario, al transitar de una función a otra pierde algún mínimo instante en volver a adaptarse, algo que puede ser crítico en conducción, debido a la necesidad de “alta demanda” de concentración que exige la actividad.
“Eso explica, por obvio que parezca, que la mayoría de los accidentes ocurra por no estar atento a las condiciones del tránsito o que esté prohibido escribir mensajes de texto cuando se maneja. La atención en una tarea de alta demanda debe estar en una sola tarea, y al distraerse se pone en riesgo la conducción. Pasar, por ejemplo, mucho tiempo en GPS hace que un choque sea inminente”, dijo el Dr. Maldonado.
Previo a esta colaboración, el ISCI comenzó un trabajo en la Autopista Central en 2015. El desafío era utilizar la información generada por los pórticos de cobro para desarrollar modelos de predicción de accidentes utilizando herramientas de inteligencia artificial y machine learning.
Tras los buenos resultados iniciales, diseñaron un software piloto basado en el cálculo de variables como la cantidad de vehículos, los tipos de estos, velocidades de tránsito, entre otros, comparado con datos históricos de los tramos centrales del recorrido, que van entre Mapocho y Rondizzoni, para establecer situaciones de riesgo, bajo dos parámetros: escenario normal o de mayor probabilidad de ocurrencia.
“Ahí nació la pregunta de cómo podíamos intervenir o impactar en la autopista para que esos accidentes no ocurran, lo que dio inicio a nuestra colaboración con BNI”, relató Franco Basso, académico del ISCI, líder del proyecto y autor principal del estudio, recientemente publicado por la revista Sustainability.
De acuerdo a la Corporación Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), durante el año 2021 se registraron 80.751 siniestros de tránsito y 1.688 personas perdieron la vida, cifra que tuvo un aumento del 13,7% respecto a los fallecidos informados el año 2020. Se trata del peor indicador en los últimos 13 años. Carabineros estimó que las principales causas de los eventos fueron la imprudencia al volante y el exceso de velocidad.
Señales parpadeantes
¿Es posible prevenir un accidente de tránsito minutos antes de que ocurra? Esta fue la pregunta que propició la interacción entre BNI y el DSI de la Universidad de Chile, materializada en dos proyectos de investigación del que surgieron varios hallazgos. La alianza permitió recolectar evidencia internacional y a la realización de experimentos con el reto de resolver la interrogante.
El grupo de investigación trabajó en estas dos líneas, experimentales y documentales, para conocer el canal y los tipos de mensajes que podían reportarse en la autopista. La primera conclusión es que la mejor forma de transmitir esta información era a través de las pantallas ubicadas en los portales. La segunda, es que lo más indicado es que fuera con mensajes cortos, idealmente símbolos, aunque esto requiere de una amplia difusión de la iconografía.
Fuente: Latercera.com