Ciclistas deben bajarse de la bicicleta en un paso de peatones: acá le explicamos por qué
El cartel se instalará en pasos peatonales o vías donde los ciclista deban convivir con un alto flujo alto de peatones, explica Johanna Vollrath, secretaria de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito.¿Qué sentido tiene la nueva señalética de tránsito ‘Desmonte de ciclistas’, que los obliga a bajarse de la bicicleta en un paso de peatones? Según el ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, esta señal se utilizará en pasos de peatones, que pueden o no estar semaforizados, u otras vías peatonales en las que no existan facilidades para aquellos que transitan en ciclos, por lo cual para continuar tienen que descender de su medio de transporte. Johanna Vollrath, secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), afirma que la señal está pensada para proteger a los peatones. ‘Los municipios la podrán instalar en pasos peatonales o en vías donde se sabe que hay ciclistas, pero con un alto flujo alto de personas, advirtiéndoles a los que utilizan ciclos que deben transformarse en peatones’, dice.
Podrá estar ubicada, por ejemplo, en una ciclovía que es interrumpida por un paso peatonal o en cualquier lugar donde exista una ciclovía y el que transita por ella quiera doblar para dirigirse a otra calle donde no haya ciclovía. ¿Pueden los ciclistas andar por la vereda? Hay cuatro excepciones, dice Vollrath. ‘Si es un niño menor de 14 años; un adulto que transporta a un menor de siete años, o si la persona tiene una discapacidad que la obligue a usar silla de ruedas (también es considerada un ciclo). Además la ley establece que, en el caso de que la circulación por la ciclovía o calzada se vea imposibilitada, el conductor del ciclo puede utilizar excepcionalmente la vereda, respetando siempre la prioridad del peatón. Su desplazamiento debe ser a la velocidad del transeúnte. Si el flujo de personas es muy alto, deberá descender del ciclo’, sostiene. En 2020 fallecieron 1.485 personas en accidentes de tránsito en Chile. De ellas, 403 fueron peatones, 207 motociclistas y 107 ciclistas, según cifras preliminares de Conaset.
Detenerse y dar el paso
Ricardo Hurtubia, magíster en ciencias de la ingeniería, con mención en transportes y doctor en matemáticas dela École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL, Suiza), precisa que la velocidad promedio de una bicicleta varía entre 12 y 14 km/h, aproximadamente. ‘El ciclista, al enfrentarse a un cruce o paso peatonal, no tiene que desmontarse, sino que detenerse y darle paso al peatón’, precisa Hurtubia, académico de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Ingeniería en Transportes de la Universidad Católica.
A su juicio, la nueva señalética tiene sentido ‘siempre y cuando se use en casos excepcionales, como ante el ingreso a un espacio peatonal -como por ejemplo el Paseo Ahumada, donde las personas van caminando-; pero no frente a un paso peatonal, por donde los transeúntes cruzan. Esto lo he visto en ciudades europeas, aunque son escasas y están ubicadas en lugares como el mencionado (Paseo Ahumada), donde no se permiten vehículos motorizados o a tracción humana.
Pero en ningún caso se colocan para enfrentar cruces peatonales o con otros vehículos. Además, una buena ciclovía debería estar bien segregada de los espacios peatonales para que ambos no se estorben’. El académico opina que ‘está mal que los ciclistas anden por la vereda; sin embargo, el problema es que no hay infraestructura ni condiciones para que se muevan por la calle. La ley dice que se puede transitar por la vereda cuando las condiciones en la calzada sean peligrosas, pero el peligro es una percepción subjetiva’, destaca. En tanto Rodrigo Martin, arquitecto urbanista, magíster en ingeniería informática y diplomado en planificación de transporte urbano en la Japan International Cooperation Agency (JICA) Tokyo Center, considera positivo que haya una normativa que aborde la relación entre peatones y ciclistas. ‘En los cruces de alta densidad peatonal, el ciclista tiene que descender para que no exista la posibilidad de que atropelle a algún peatón. Sin embargo, creo que el diseño gráfico (de la señal) no permite entender bien el mensaje: la bicicleta se ve más abajo que los pies de l a persona, como si esta estuviera volando agarrado de ella. Yo hubiera colocado la bicicleta de lado y el ciclista caminando a su costado’, añade Martin, que es director del Smart City Lab de la Universidad de Santiago.
‘En algunos sectores de la ciudad, como en Providencia, los ciclistas tienen la costumbre de andar por la vereda, pero eso tiene que ver con un mal diseño vial y una falta de ciclovías. Efectivamente puede ser súper peligroso invadir espacios peatonales’, considera. La arquitecta Karen Seaman, magíster en diseño urbano de la Universidad de Barcelona, presidenta de la ONG La Reconquista Peatonal y profesora de la Universidad Diego Portales, participó en el diseño de la señalética donde solo se puede transitar a 30 km/h. Estima que ‘en genera los ciclistas son muchos más conscientes de un buen comportamiento en la ciclovía y, cuando no lo son, hay que poner ojo en cómo está diseñada la infraestructura’.
Fuente: LUN