Automovilista en una ciclovía: breve análisis a la manía de “saltarse la fila”

Dos ciclistas lo increparon. Investigadores dicen que es una actitud común en muchos lados, pero que acá se acepta poco.Dos ciclistas decidieron increpar al conductor de un vehículo que se metió a una ciclovía, y avanzó por ella, mientras en la calzada el resto de los automóviles estaba detenido en un taco. El escenario: Miraflores con Américo Vespucio, en Renca.

El video en que se ve la discusión se diseminó rápido en redes sociales, donde muchos criticaron la actitud de ‘saltarse la fila’. En el video se ve que uno de los ciclistas decidió bajar la velocidad considerablemente para no dejar pasar al vehículo.

Luego, otra persona que se desplazaba en bicicleta se unió a la protesta y además decidió increpar al piloto, que volvió a la calzada, aunque luego, según testigos, volvió a la ciclovía. Tres académicos comentan, desde distintas perspectivas, el caso:

Peligroso. El académico de la Universidad Católica de Valparaíso y doctor en Transportes y Logística Franco Basso, dice que el gesto del automovilista es peligroso: ‘Existe una diferencia tremenda en términos de volumen y de masa entre los dos vehículos. Un vehículo como el que se ve en el video, si llega a arrollar a un ciclista, a velocidades superiores como 40 o 50 km/h puede perfectamente causarle la muerte’.

Común. El sociólogo Daniel Giménez agrega que este tipo de situaciones es algo que ocurre en las culturas latinoamericanas. ‘Hay una predisposición cultural a generar la satisfacción, o la gratificación, o la consumación del placer, de forma inmediata’, asegura el experto.

Reprochado. Mauro Basaure, profesor de Sociología de la Universidad Andrés Bello, coincide en que el acto de ‘saltarse la fila’ no es algo exclusivo de los chilenos, sino que ocurre en todos lados.

Es cierto que son casos aislados, expone, pero estos winners ‘siempre están, siempre aparecen, pero siempre son criticados, y la crítica te indica que es una conducta reprochada’.

Fuente: Las Últimas Noticias

Por: Sebastián Castillo