Acortar la distancia al lugar de votación es el próximo desafío del Servel
Una ley ya promulgada obliga a optimizar la asignación de los locales para sufragar.
Un sistema georreferenciado no es de difícil ejecución técnica. Especialistas dicen que se debiera aspirar a que por lo menos el 50% de los electores pueda ir caminando a votar.Paraderos repletos y calles congestionadas por el alto flujo vehicular. Ese fue el panorama que se vivió en la jornada eleccionaria del domingo.
‘No puede ser que haya que cruzar Santiago para ir a votar. El Servel tiene la responsabilidad de asignar el lugar de votación más cercano al domicilio de cada ciudadano’, dice parte de la ‘Carta al Director’ de Marlén Schanz publicada ayer, en la que habla del colapso en las calles.
El caos vial de ayer se hubiese evitado en parte si se hubiese alcanzado a implementar una modificación a la ley electoral —promulgada en octubre de 2021— y que privilegia la cercanía al domicilio del elector al momento de asignar el local de votación.
Según Andrés Tagle, presidente del Consejo Directivo del Servel, efectivamente hubo una alta demanda de locomoción y de transporte que se evidenció en las largas esperas en paraderos y en congestión vial. ‘Hubo un aumento considerable de electores. A nivel nacional votaron 1,25 millones de votantes más y 550 mil más solo en la Región Metropolitana. Las personas, además, fueron a votar en la mañana y en la hora peak que en el caso electoral se produce entre las 12 y las 14 horas’. El domingo, en cambio, el movimiento de buses se planificó como un día laboral, añade.
Eso sí, aclaró que los recorridos para una persona que tiene su domicilio electoral actualizado siempre fueron dentro de la misma comuna.
‘Estamos en los preparativos para implementar este nuevo sistema, como nos indica la ley, en que se privilegie la cercanía al local de votación. Para ello hay que referenciar a más de 15 millones de electores a partir de su domicilio’, aclara.
Hasta ahora —dice Alejandro Barros, académico del Centro de Sistemas Públicos de la U. de Chile— la distribución se realizaba pensando en balancear la cantidad de electores por mesa y de mesas por local. ‘Por eso sucedía que, cada cierto tiempo, a una persona la cambiaban de mesa y eso implicaba un cambio del lugar de votación’.
‘La asignación actual no está para nada optimizada y eso Servel lo tiene claro’, dice Franco Basso, doctor en Transportes y Logística, y académico de la PUCV.
Con el nuevo sistema las personas serán asignadas al local más cercano a su domicilio y luego se hará su distribución en mesas por orden alfabético. De esa forma, los integrantes de una familia que comparte el mismo domicilio votarán todos en el mismo local.
Tanto para Basso como para Barros crear un sistema georreferenciado y optimizado no es complejo de resolver desde el punto de vista computacional.
‘Se debiera aspirar a que por lo menos el 50% de las personas puedan ir caminando a votar y que entre un 20% a 30% esté a una distancia abordable en bicicleta. Así, solo una pequeña fracción requeriría de transporte motorizado’, agrega Basso.
Aunque Barros advierte que en ciertas comunas, con menos infraestructura para locales de votación o menos densidad poblacional, será inevitable que las personas tengan que desplazarse distancias más larga.
El Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), junto a la empresa de análisis de datos Unholster, realizaron el ejercicio de asignar a los electores de la Región Metropolitana a un local cercano. ‘Lo hicimos con datos del padrón electoral del Servel que incluye la dirección de los votantes y su local de votación actual’, dice Marcelo Olivares, investigador del ISCI y académico de Ingeniería Industrial de la U. de Chile.
La principal conclusión del estudio es que las distancias entre el domicilio de los electores y su local de votación se podrían haber acortado en un 60% en promedio. ‘Y ese porcentaje es mucho mayor en comunas grandes, como Puente Alto, en que se puede llegar a un 80%’, aclara.
Susana Mondschein, también del ISCI y de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, añade que se puede organizar la votación de una forma aún más inteligente. ‘Por ejemplo, crear un sistema que permita saber desde el hogar el estado de las mesas de votación’, aclara.
Otra idea es que el uso de la cabina secreta de votación no sea exclusivo para cada mesa, si no que se use según disponibilidad y que se añadan más.
El Servel tiene como plazo máximo de implementación del nuevo sistema 60 días antes de las próximas elecciones, las que corresponden a la ‘votación de salida’ de la nueva Constitución.
‘El sistema se va a ir perfeccionando con el tiempo, eso tenemos que dejarlo claro. Lo importante es recalcar que en las próximas elecciones va a haber un cambio importante en la asignación de mesas y que será variable en el tiempo. El elector tiene que estar atento a estos cambios’, agrega Tagle.
Fuente: El Mercurio