Académicos de la U. de Chile proponen “atacar” el principal cuello de botella de los comicios: el número de cámaras secretas

La fórmula para realizar la elección del 27 de octubre en un día.

En medio del debate sobre realizar la elección de alcaldes, concejales, consejeros regionales y gobernadores del 27 de octubre en dos días, por la alta congestión que se prevé en los primeros comicios múltiples con voto obligatorio, dos académicos de la U. de Chile han sostenido un activo intercambio epistolar con el presidente del Consejo Directivo del Servel, Andrés Tagle, en la sección Cartas al director de este diario.

Mientras Tagle es el principal impulsor de una elección en dos días, Susana Mondschein, directora del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, y Marcelo Olivares, de la Facultad de Economía y Negocios del mismo plantel, afirman que es posible llevarla a cabo en una jornada.

Su propuesta identifica a las cámaras secretas de votación como el principal cuello de botella a resolver. Esto, porque el propio Servel estima que en ellas cada elector tardará cinco minutos en marcar sus preferencias y doblar las cuatro papeletas —algunas medirán hasta 46 cm de ancho por 70 de alto, por la cantidad de candidatos— y porque cada mesa cuenta con dos cámaras secretas, lo que arroja un flujo de hasta 24 ciudadanos por hora. Estimando una participación del 85%, concluyen que en promedio votarían 340 personas, lo que demandaría unas 14 horas, algo “impracticable” considerando que las mesas solo funcionan hasta las seis de la tarde.

Pero hacer la elección en dos jornadas, advierten, implica costos adicionales, más tiempo de trabajo para los vocales y menor productividad del país el sábado. Y nada garantiza, añaden, que los votantes se repartan homogéneamente durante los dos días

¿Qué hacer? Mondschein y Olivares plantean dos opciones: subir a cuatro el número de cámaras por mesa o hacerlo a tres, pero elevando en 25% el total de mesas.
Con esos datos realizaron 50 simulaciones. Para el primer escenario (4 cámaras por mesa), los 340 votantes pueden sufragar en 9,3 horas, con tiempos de espera de hasta 40 a 45 minutos. Para el segundo (3 cámaras, y un 25% más de mesas), los números son similares, aunque se necesitarían 37.500 vocales extras. Ambas alternativas, precisan, son más costo-efectivas que una elección en dos días, pues en este último caso las horas totales de trabajo de los vocales llegan a 2,7 millones. Las alternativas que ellos sugieren, aseguran, demandan 1,3 o 1,6 millones.

Por último, afirman que con una cámara secreta adicional por mesa, y aumentando las mesas en 25%, más una nivelación de la demanda —dando preferencia, por ejemplo, a los RUT terminados en número par o impar en horarios diferenciados—, la votación se podría procesar en 9,2 horas, y con tiempos de espera máximos de 20 a 25 minutos.

Fuente: El Mercurio / Nacional